El Gobierno de Argentina anunció la construcción de una valla de alambre de púas de 200 metros en la frontera con Bolivia.
Esta medida formaría parte del plan «Fronteras Blindadas» impulsada por el Ministerio de Seguridad argentino, presidido por Patricia Bullrich, para frenar los flujos migratorios ilegales y combatir el narcotráfico.
La valla, que tendrá una altura de 2,5 metros, se extenderá desde la oficina migratoria argentina hasta la terminal de buses de Aguas Blancas en la provincia de Salta.
El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, explicó que con ella se busca evitar que los migrantes crucen el río Bermejo sin pasar por los controles migratorios.
Al respecto, la Cancillería boliviana, expresó su preocupación por la medida y resaltó la importancia de abordar los temas fronterizos a través «mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común».
«Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos», advierten.
El plan también incluirá la movilización de 310 efectivos de las fuerzas de seguridad federales a las zonas fronterizas críticas.