Internacional

Asma al Assad lucha contra la leucemia en Moscú tras su exilio

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Asma al Assad
Foto Publicada en X por @posted_news
La mujer de 49 años, que huyó recientemente a Moscú tras el colapso del régimen sirio

La exprimera dama siria Asma al-Assad se enfrenta a una grave crisis de salud, tras haber sido diagnosticada con leucemia mieloide aguda, con una tasa de supervivencia del 50%.

La mujer de 49 años, que huyó recientemente a Moscú tras el colapso del régimen sirio, se encuentra aislada para prevenir infecciones mientras está bajo el cuidado de su padre, el cardiólogo londinense Fawaz Akhras.

SEGUNDA BATALLA CONTRA EL CÁNCER

Esta es su segunda batalla contra el cáncer, luego de una exitosa recuperación del cáncer de mama en 2019.

El padre de Asma al Assad se siente «desconsolado» por la condición de salud de su hija, según informa The Telegraph, quien revela que la leucemia de Asma empeoró después de un diagnóstico inicial en mayo, durante su último período como Primera Dama

La crisis sanitaria coincide con una importante agitación política.

Asma al-Assad abandonó Damasco con sus hijos antes que su marido cuando los rebeldes lanzaron una ofensiva relámpago que acabó derrocando al régimen a principios de este mes.

Informes no confirmados sugieren que ella quiere divorciarse de Bashar al-Assad y recibir tratamiento médico en su Londres natal, afirmaciones que el Kremlin niega.

SE COMPLICA SU REGRESO A INGLATERRA

Sin embargo, parece poco probable que regrese a Gran Bretaña.

David Lammy, ministro de Asuntos Exteriores, afirmó recientemente que el Reino Unido no dará la bienvenida a Asma al Assad, subrayando su estatus como persona sancionada.

El primer ministro, Keir Starmer, ha indicado que es «demasiado pronto» para decidir si se le podría retirar la ciudadanía británica.

SU TRAYECTORIA

La trayectoria de Asma al-Assad ha estado marcada por fuertes contrastes.

Nacida en Londres de padres sirios, disfrutó de una exitosa carrera financiera en Deutsche Bank y JP Morgan después de graduarse en prestigiosas instituciones británicas.

Su matrimonio en 2000 con Bashar al-Assad la presentó inicialmente como una figura modernizadora, lo que le valió el apodo de «Rosa del Desierto» en un perfil de Vogue del que luego se retractó.

Su reputación se deterioró durante la guerra civil de Siria, lo que llevó a sanciones de la UE y Estados Unidos.

En 2020, el entonces secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, la identificó como «una de las principales beneficiarias de la guerra».

Funcionarios británicos visitaron recientemente Damasco para reunirse con representantes del nuevo régimen sirio, liderado por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham.

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