Ataque de ISIS en Siria deja 2 militares y 1 civil de EE.UU muertos. Los dos soldados y un intérprete civil, todos estadounidenses, murieron el sábado tras un ataque de un civil miembro de Estado Islámico. En el ataque se centró contra una patrulla de seguridad conjunta estadounidense-siria en la ciudad de Palmira, en el centro de Siria. También resultaron otras 5 personas heridas.
Se trata de tres soldados estadounidenses y dos miembros de las fuerzas de seguridad sirias. Lo anterior, según informaron funcionarios estadounidenses y medios norteamericanos. El atacante, identificado por el Comando Central de EE. UU. como un «pistolero solitario» y miembro del grupo militante Estado Islámico, fue abatido por «fuerzas aliadas». Así lo informó el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en una publicación en X, sin entregar detalles.
El incidente, que el Comando Central calificó de «emboscada», también puso de relieve el tenue control de seguridad del gobierno sobre Siria. Esta, enfrenta desafíos en varias partes del país por parte de grupos separatistas, restos del antiguo régimen y grupos extremistas como el Estado Islámico.
Los sorprendieron
El asalto ocurrió mientras los soldados estaban «llevando a cabo un enfrentamiento con un líder clave» en una operación antiterrorista. La información fue compartida por Sean Parnell, portavoz del Pentágono, en un mensaje en X. La identidad de los soldados que murieron se mantiene en reserva, a la espera de notificar a sus familias, dijo.
Las víctimas fueron evacuadas de la zona en helicóptero a una base militar estadounidense en Al-Tanf, a unos 120 kilómetros al sur de Palmira. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es famosa por sus ruinas romanas. Palmira estuvo ocupada durante varios años por el Estado Islámico (ISIS) durante la guerra civil siria. Actualmente se encuentra en una región de Siria donde los ataques del grupo militante han persistido.
Combate frontal a ISIS
Estados Unidos ha mantenido presencia militar en Siria desde 2015. Sus tropas se aliaron con las fuerzas sirias lideradas por los kurdos para combatir al ISIS. Ello, tras la toma de amplias extensiones de territorio en Siria y el vecino Irak. Las tropas estadounidenses permanecieron en Siria tras la derrota del ISIS en 2019. El objetivo, según el ejército estadounidense, tiene como objetivo combatir los remanentes aún peligrosos del grupo extremista.
El ataque se produce después de que Estados Unidos, durante una visita de Sharaa a la Casa Blanca, anunciara la incorporación formal del nuevo gobierno sirio a la coalición global contra el ISIS. «Hemos colaborado en múltiples ocasiones con el gobierno sirio para contrarrestar amenazas muy específicas del ISIS». Los dichos pertenecen al almirante Brad Cooper, jefe del Comando Central de EE. UU., en una conferencia sobre Siria celebrada la semana pasada en el Instituto de Oriente Medio en Washington, según consigna The Washington Post.
Trump promete represalias
El presidente Donald Trump dijo el sábado que “habrá represalias muy serias” después de que dos militares estadounidenses y un civil estadounidense murieran en un ataque en Siria que Estados Unidos atribuye al grupo Estado Islámico.
“Este fue un ataque de ISIS contra Estados Unidos y Siria, en una parte muy peligrosa de Siria, que no está totalmente controlada por ellos”, dijo en una publicación en las redes sociales.
Trump declaró a los periodistas en la Casa Blanca que el presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, estaba «devastado por lo sucedido» y enfatizó que Siria estaba luchando junto a las tropas estadounidenses. En su publicación, Trump afirmó que al-Sharaa estaba «extremadamente enojado y perturbado por este ataque».
Versiones contradictorias
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, afirmó que el agresor habría sido integrante de fuerzas de seguridad sirias, versión que no ha sido confirmada por Washington ni por las autoridades de Damasco.
La divergencia refleja la complejidad del escenario sirio, donde confluyen remanentes del EI, fuerzas estatales debilitadas, milicias locales y actores internacionales con agendas cruzadas.
EI sigue activo pese a su derrota territorial
Estados Unidos mantiene cientos de efectivos desplegados en el este de Siria como parte de una coalición internacional contra el Estado Islámico. Aunque el grupo fue derrotado territorialmente en 2019, la ONU estima que aún conserva entre 5.000 y 7.000 combatientes activos en Siria e Irak, muchos de ellos operando mediante células durmientes.
El ataque confirma que el EI mantiene capacidad operativa, especialmente en zonas desérticas y de control fragmentado, donde la presencia estatal sigue siendo débil.
Antecedentes de ataques previos
Las fuerzas estadounidenses ya habían sido blanco de ataques mortales en Siria. El más grave ocurrió en enero de 2019 en Manbij, cuando un atentado suicida mató a dos militares estadounidenses y dos civiles durante una patrulla.
El nuevo ataque reactiva las alertas sobre la seguridad de las tropas desplegadas y abre interrogantes sobre el futuro de la presencia militar estadounidense en Siria, en un contexto regional cada vez más inestable.
