Internacional

Aumentan denuncias de torturas a activistas de flotilla en Israel

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

torturas
Foto: Publicado en X por @MambisaVzla
España apeló ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para exigir respeto a los activistas aún bajo arresto

Golpes, confinamiento en celdas expuestas al sol, privación de sueño y supuestos montajes para aparentar un trato digno. A medida que los integrantes de la flotilla Global Sumud, interceptada por Israel cuando se dirigía a Gaza, recuperan la libertad y regresan a sus países, las denuncias por malos tratos durante su detención se multiplican. Entre quienes han alzado la voz está la activista sueca Greta Thunberg, quien habló de “torturas”, aunque evitó entregar detalles para no centrar la atención en su figura.

RELATOS DESDE ESPAÑA, IRLANDA Y SUIZA

El testimonio de un activista español fue uno de los primeros en difundirse: “Nos han robado, nos han pegado, humillado, torturado con diferentes técnicas sibilinas. Nos tuvieron en una celda al descubierto y el ministro de Exteriores de Israel nos llamó terroristas con cámaras grabándonos en una celda de alta seguridad al aire libre”, relató.

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Según las autoridades españolas, una ciudadana —Reyes Rigo— continúa detenida tras un incidente con una funcionaria israelí, sin que se le hayan presentado cargos. “Fue arrastrada por el pelo y llevada a confinamiento solitario. No la hemos vuelto a ver”, denunció Alejandra Martínez, una de las 27 españolas que regresaron el 7 de octubre. Otros relataron haber sido retenidos durante horas bajo el sol en furgonetas antes de ser grabados recibiendo agua, en lo que calificaron como un “truco mediático”.

En Irlanda, tres de los quince activistas denunciaron la falta de agua potable y privaciones de sueño, además de intentos de obligarlos a firmar documentos legales reconociendo ingreso ilegal a Israel. En Suiza, nueve de los 19 participantes regresaron el 5 de octubre y publicaron un comunicado en el que acusaron “condiciones inhumanas” y “trato humillante y degradante”, sumándose a las denuncias de golpes, torturas y encierro extremo.

PORTUGAL, FRANCIA Y AMÉRICA LATINA TAMBIÉN ELEVAN QUEJAS

Desde Portugal, la líder del Bloque de Izquierda, Mariana Mortágua, habría pasado 48 horas sin recibir agua ni comida, según relató su hermana. El gobierno portugués negó violencia física, pero admitió “varias quejas” transmitidas a su embajada. En Francia, varios de los 14 activistas liberados denunciaron malas condiciones de detención, mientras otros 16 siguen arrestados.

En América Latina, Luna Valentina Barreto, una de las dos colombianas a bordo, declaró a Radio Nacional: “Tanto Manu como yo tenemos la presión sanguínea muy bajita, pues estuvimos sometidas a procesos de torturas, privación de alimentos y de sueño”.

GRETA THUNBERG EVITA PROTAGONISMO

En Estocolmo, Greta Thunberg, la figura más mediática de la flotilla, denunció que el Ejército israelí la secuestró y torturó junto a otros activistas. Aunque evitó entregar detalles, aclaró: “No quiero que aparezca en los titulares ‘Greta ha sido torturada’, porque esa no es la historia aquí”. La activista también confirmó que las autoridades israelíes les negaron acceso a agua potable y medicamentos esenciales. Otros participantes relataron que los soldados la empujaron y la obligaron a portar una bandera israelí durante su detención.

DENUNCIAS POR TRATO DISCRIMINATORIO

Algunos testimonios apuntan a discriminación según nacionalidad. Houssem Eddine Rmedi, con pasaporte belga y tunecino, relató que el trato cambió radicalmente cuando mostró su documento europeo. El activista marroquí Ayoub Habraoui, en cambio, denunció golpes tras mostrar su pasaporte norteafricano.

ISRAEL NIEGA ABUSOS Y DEFIENDE SU ACTUACIÓN

El Gobierno israelí rechaza categóricamente las acusaciones de torturas. Según su Cancillería, los 470 activistas detenidos recibieron agua, comida, acceso a baños y abogados, y “todos sus derechos legales fueron plenamente respetados”. El 5 de octubre, el Ministerio de Exteriores reiteró que “no se apeló a la fuerza física” y que los detenidos fueron tratados conforme a la ley.

Mientras tanto, España apeló ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para exigir respeto a los activistas aún bajo arresto y anunció una investigación para corroborar las denuncias.

 

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