Cada diciembre, The Economist otorga el reconocimiento al «país del año», premiando no al más rico o virtuoso, sino al que haya mostrado mayor mejora en los últimos 12 meses.
En 2024, Bangladesh se destacó por su transición política tras derrocar a Sheikh Hasina, quien gobernó durante 15 años de forma cada vez más autoritaria.
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UN CAMBIO CRUCIAL EN BANGLADESH
En agosto, protestas estudiantiles masivas forzaron la salida de Hasina, conocida tanto por impulsar un rápido crecimiento económico como por manipular elecciones y reprimir a opositores.
La corrupción y las órdenes de violencia contra manifestantes marcaron los últimos años de su mandato.
El cambio de poder trajo esperanzas. Un gobierno tecnocrático temporal liderado por Muhammad Yunus, Nobel de la Paz, ha estabilizado la economía y restaurado el orden con el apoyo de estudiantes, el ejército, empresarios y la sociedad civil.
A pesar de los retos, como reparar relaciones internacionales y organizar elecciones justas, Bangladesh ha dado pasos hacia un futuro más liberal y democrático.
OTROS FINALISTAS
El subcampeón fue Siria, tras el derrocamiento de Bashar al-Assad el 8 de diciembre, poniendo fin a 50 años de dictadura dinástica.
Aunque su caída fue histórica, el futuro del país sigue siendo incierto bajo el control de Hayat Tahrir al-Sham, con riesgos de autocracia islamista o desintegración.
- Argentina , donde el presidente Javier Milei implementó reformas de mercado libre, reduciendo la inflación y estimulando el crecimiento económico, aunque el desafío de mantener el apoyo público persiste.
- Polonia , donde Donald Tusk trabaja por reparar instituciones democráticas tras años de erosión bajo el partido Ley y Justicia.
- Sudáfrica , que, por primera vez desde el apartheid, formó un gobierno de coalición tras el declive del ANC.
GANADOR DESTACADO
Bangladesh se alzó como el país del año por demostrar que es posible avanzar hacia un gobierno más justo y estable tras décadas de autoritarismo.
La transición, aunque frágil, ofrece una lección inspiradora sobre la capacidad de cambio incluso en los contextos más complejos.