Internacional

Boric y Lula despidieron a Mujica en Montevideo

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Mujica
Foto: Publicado en X por @UltimaHoraCR
Gabriel Boric fue el primero en arribar al Salón de los Pasos Perdidos, acompañado por el presidente uruguayo Yamandú Orsi

Los presidentes de Chile y Brasil, Gabriel Boric y Luiz Inácio Lula da Silva, encabezaron este jueves el homenaje póstumo al expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, fallecido el martes a los 89 años. Ambos mandatarios participaron del velorio en el Palacio Legislativo de Montevideo, donde decenas de miles de ciudadanos le dieron el último adiós al exlíder del Movimiento de Participación Popular (MPP).

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Mujica murió acompañado por su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky, en su modesta finca en las afueras de la capital uruguaya. En esa misma casa —donde vivió durante su gobierno entre 2010 y 2015— descansarán sus cenizas tras la cremación prevista para este viernes.

HOMENAJES PRESIDENCIALES

Gabriel Boric fue el primero en arribar al Salón de los Pasos Perdidos, acompañado por el presidente uruguayo Yamandú Orsi y la vicepresidenta Carolina Cosse. Vestido de traje negro y camisa blanca, saludó con respeto al secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, y luego se fundió en un emotivo abrazo con Topolansky. Tras permanecer un minuto en silencio frente al féretro cubierto con la bandera uruguaya, compartió palabras de consuelo con la viuda de Mujica.

Poco después llegó Lula da Silva, recibido en las escalinatas del Palacio por Orsi. El mandatario brasileño ingresó junto a su esposa, Rosângela da Silva, interrumpiendo momentáneamente el flujo de ciudadanos que esperaban para rendir homenaje. Lula se abrazó con Topolansky y le besó la frente, un gesto que ya había tenido con Mujica durante su última visita el 1 de marzo. Conmovido, también permaneció unos segundos frente al ataúd y luego conversó brevemente con Boric.

Antes de retirarse, Lula volvió junto al féretro y, con los ojos humedecidos, dedicó unas últimas palabras al presidente Orsi. En un comunicado oficial, el líder brasileño destacó “la grandeza humana” de Mujica, cuya “sabiduría trascendió las fronteras de Uruguay y de su mandato presidencial”.

DESPEDIDA MULTITUDINARIA

Desde temprano, miles de uruguayos formaron largas filas para ingresar al Parlamento. Algunos llevaban flores, otros banderas o camisetas con el rostro del “Pepe”. Una gran pancarta del MPP colgada en la explanada decía: “No me voy, estoy llegando”. Alrededor, puestos callejeros ofrecían choripanes, llaveros y recuerdos del exmandatario.

“Fue un líder diferente, con una vida que no es normal en la política”, dijo entre lágrimas el jubilado Roberto Pérez. Para muchos, Mujica fue un referente mundial por su austeridad, su estilo directo y su discurso contra el consumismo. “No era un político, era un filósofo, un humanista”, expresó Aurea Nascimento, turista brasileña.

LEGADO IRREVERENTE

Durante su presidencia, Mujica promovió reformas que marcaron a Uruguay, como la legalización del cannabis bajo control estatal, la acogida de presos de Guantánamo y refugiados sirios, y una gestión cercana a la gente. Su trayectoria incluyó también una intensa militancia en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, por la que pasó 13 años en prisión durante la dictadura.

La noticia de su muerte —anunciada por Orsi en redes sociales— inició una despedida que se sabía cercana. Mujica enfrentaba desde hacía un año un cáncer de esófago. Su deseo era llegar a cumplir 90 años el próximo 20 de mayo. No lo logró, pero dejó un vacío profundo en Uruguay y en toda América Latina.

 

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