El Gobierno de Canadá ha anunciado la prórroga de la prohibición de compra de viviendas por parte de inversores extranjeros hasta el 1 de enero de 2027.
Esta decisión, tomada bajo el liderazgo del Primer Ministro Justin Trudeau, se enmarca en las políticas para abordar el incremento en los precios de la vivienda en el mercado canadiense.
Normativa canadiense
Esta normativa, conocida como la Ley de Prohibición de la Compra de Propiedades Residenciales por No Canadienses, fue introducida inicialmente en 2022 y estaba prevista para finalizar el 1 de enero de 2025.
Sin embargo, el Gobierno ha decidido extender su vigencia por dos años adicionales.
El objetivo de la medida es garantizar la disponibilidad de viviendas para los ciudadanos canadienses, en respuesta a las preocupaciones surgidas por el incremento de la propiedad extranjera en el sector residencial.
Esta tendencia ha generado temores de que los canadienses pudieran verse excluidos de los mercados inmobiliarios locales.
En este contexto, la ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, en su perfil de la red social X señaló que «las casas son para que vivan los canadienses y los extranjeros no deben utilizarlas como una clase de activo financiero. Estamos utilizando todas las herramientas posibles para hacer que la vivienda sea más asequible en todo el país.»
La ley establece sanciones para aquellos no canadienses que infrinjan la norma, así como para quienes asesoren, induzcan o instiguen la compra de viviendas por parte de extranjeros.
Las multas pueden alcanzar hasta los 10.000 dólares canadienses (poco más de 7 millones chilenos) y además la obligación de poner en venta las propiedades adquiridas.
Excepciones a la norma
No obstante, la prohibición incluye excepciones para ciertos grupos, como extranjeros con permisos de trabajo temporales, solicitantes de asilo y estudiantes internacionales, siempre que cumplan con determinados criterios.
El precio promedio de la vivienda en Canadá, según datos de diciembre del año pasado, se situó en 657,145 dólares canadienses, es decir, unos 46 millones de pesos chilenos, incluyendo un incremento anual del 5%.
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