¿China entra en escena? La ofensiva aérea de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Isfahán tuvo sus consecuencias. El parlamento iraní propuso el cierre del estrecho de Ormuz, paso estratégico por donde transita cerca del 25% del petróleo mundial y el 20% del gas natural licuado.
Aunque la decisión final depende del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, encabezado por el líder supremo Alí Jameneí, la amenaza ya generó un cambio de tono global. El mercado energético, hasta hace poco relajado por la abundancia de oferta, ahora observa con inquietud un escenario que hasta el domingo parecía poco probable.
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CHINA COMO MEDIADOR
Ante la amenaza, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, durante una entrevista en Fox News pidió públicamente la ayuda de China. “Insto al gobierno chino en Beijing a que hable con ellos sobre este tema, ya que dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su suministro de petróleo”, mencionó.
Pekín, que mantiene estrechas relaciones comerciales con Teherán y compra la mayor parte de su crudo, respondió con su habitual lenguaje diplomático. “China está dispuesta a reforzar el diálogo con Irán y las partes implicadas”, señaló este lunes el portavoz del Ministerio de Exteriores, Guo Jiakun, quien recordó que la seguridad del golfo Pérsico es “de interés global”.
UN PASO VITAL
Ormuz, de apenas 34 kilómetros de ancho en su punto más angosto, es una arteria energética irremplazable en el corto plazo. Por allí circulan diariamente 20 millones de barriles de petróleo y buena parte de los buques de gas natural licuado, fertilizantes y otros derivados del petróleo. También es la vía de entrada de alimentos esenciales como trigo y azúcar para varios países del Golfo.
El posible cierre de este corredor marítimo tendría un impacto inmediato. Arabia Saudí, por ejemplo, vería reducida a la mitad su capacidad de exportación de crudo. Emiratos, Kuwait, Qatar y Baréin quedarían casi completamente bloqueados.
Según Goldman Sachs y Rapidan Energy, un cierre prolongado de Ormuz podría llevar el precio del barril por encima de los 100 dólares, lo que reavivaría las presiones inflacionarias y complicaría el accionar de los bancos centrales. La Agencia Internacional de la Energía ya advirtió que nunca antes se ha cerrado una ruta con tanto peso en el suministro global de energía.
Si bien algunos analistas destacan que actualmente no hay una escasez crítica de petróleo —incluso hay sobreoferta—, reemplazar el suministro del golfo Pérsico llevaría tiempo. Las alternativas como Brasil, Guyana o incluso EE.UU. podrían amortiguar el golpe, pero no de forma inmediata.
CHINA COMO ACTOR FUNDAMENTAL
En los últimos años, Pekín ha incrementado su influencia en la región, posicionándose como interlocutor confiable tanto para Irán como para las monarquías del Golfo. El mayor logro diplomático de esta estrategia fue el restablecimiento de relaciones entre Irán y Arabia Saudí en 2023, tras una mediación directa de China.
“El golfo Pérsico y sus aguas circundantes son una vía clave para el comercio internacional de mercancías y energía”, subrayó Guo, y enfatizó que mantener su estabilidad es una responsabilidad compartida por toda la comunidad internacional.
Aunque Irán ha amenazado en varias ocasiones con cerrar Ormuz, nunca ha dado el paso definitivo. La ocasión más cercana fue en 2018, cuando el régimen planteó esa opción si EE.UU. no levantaba las sanciones sobre sus exportaciones de crudo.
Hoy, sin embargo, la amenaza toma otro cariz. A diferencia de episodios anteriores, Irán ha sido blanco de ataques directos a sus infraestructuras nucleares por parte de dos potencias. Israel primero, y luego EE.UU. La presión interna sobre el régimen también ha aumentado, lo que hace que una medida de este calibre no pueda descartarse.
Ahora bien, cerrar Ormuz sería también, para Irán, un disparo en el pie. Su economía, fuertemente dependiente de las exportaciones petroleras a China, también sufriría. Sin embargo, en el marco de una escalada que ya parece haber superado varios límites previos, cualquier movimiento es posible.
Qué pasa si Irán cierra el Estrecho de Ormuz
El Parlamento iraní ha solicitado el cierre del Estrecho de Ormuz, una vía estratégica por la que transita cerca del 20 % del petróleo mundial. Esta decisión podría desencadenar una crisis energética global, afectando especialmente a… pic.twitter.com/47RhBnANAy
— DW Español (@dw_espanol) June 23, 2025