Internacional

China refuerza su conquista diplomática en Latinoamérica

Por Allan Santander

Periodista

China
Presidentes Gabriel Boric, Chile; Lula da Silva, Brasil; Xi Jinping, China; y, Gustavo Petro, Colombia (Foto: APN)
En plena disputa comercial con Washington, Xi Jinping reunió a líderes de América Latina y el Caribe para prometer créditos, inversiones y una alianza “contra el unilateralismo”.

Mientras Donald Trump sacude la política internacional con nuevas tarifas y amenazas, China no pierde tiempo: ocupa cada vacío dejado por EE.UU. con estrategia, dinero y diplomacia. Esta semana, desde Pekín, el presidente Xi Jinping tendió la mano a América Latina y el Caribe, y lo hizo en grande: prometió 66.000 millones de yuanes en créditos (unos 9.209 millones de dólares), más importaciones y nuevas inversiones.

El anuncio tuvo lugar en la reunión ministerial entre China y la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), una cita de alto nivel que subrayó la ambición china de consolidar su influencia en la región.

En primera fila, junto a Xi, se sentaron tres líderes claves: Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia) y Gabriel Boric (Chile), los presidentes de tres de las cinco economías más importantes de la región.

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DARDOS SIN NOMBRES

Xi evitó mencionar a Estados Unidos, pero su discurso fue un golpe directo a la Casa Blanca. “Ante las turbulencias geopolíticas y la contracorriente recrudecida del unilateralismo y el proteccionismo, debemos trabajar juntos”, afirmó.

Luego añadió. “No hay ganadores en las guerras arancelarias y comerciales. Practicar conductas intimidatorias y prepotentes no sirve sino para aislarse a sí mismo”.

El mensaje llegó apenas un día después de que Pekín y Washington acordaran una tregua parcial de 90 días en su guerra comercial. Pero el tono de Xi dejó claro que China busca algo más que una pausa: quiere aliados estratégicos duraderos, especialmente en el llamado «sur global», al que dijo pertenecer.

“La independencia y la autodecisión son nuestra gloriosa tradición. El desarrollo y la revitalización son nuestro derecho inherente”, afirmó.

UN TABLERO MULTIPOLAR

La presencia de Xi, Lula, Petro y Boric no fue casual. China ya es el segundo socio comercial de América Latina, y el primero para países como Brasil, Perú y Chile. En 2024, el comercio bilateral superó los 500.000 millones de dólares, 40 veces más que a comienzos del siglo.

Además, 20 de los 33 países de la Celac ya forman parte de la Nueva Ruta de la Seda, el megaproyecto global de infraestructuras lanzado por Pekín para expandir su influencia económica. Para China, América Latina es fuente de recursos estratégicos como el litio, destino de inversiones y, cada vez más, una pieza central en la disputa global con Estados Unidos.

Colombia dio la sorpresa. Aunque históricamente aliada de Washington, esta semana anunció un giro hacia Pekín. Desde la Gran Muralla, Gustavo Petro confirmó que firmará un memorando de entendimiento para sumarse a la Ruta de la Seda. En su discurso, defendió “un diálogo horizontal con otras regiones del mundo, libre de autoritarismos y de imperialismos”.

Gabriel Boric, por su parte, apeló a una política exterior autónoma: “Queremos encontrarnos con todos los pueblos, no tener que optar por uno u otro por imposición”, dijo. El presidente chileno remarcó que Latinoamérica no quiere ser escenario de disputas hegemónicas.

«NO QUEREMOS UNA GUERRA FRÍA»

El más contundente fue Lula Da Silva, que venía de participar en el desfile del Día de la Victoria en Moscú. “No queremos repetir la historia y provocar una nueva Guerra Fría”, declaró. Para el mandatario brasileño, el sistema de gobernanza global actual “ya no refleja la diversidad que habita la Tierra”, y denunció que “imponer aranceles arbitrarios solo empeora la situación”.

Aunque defendió la cooperación con China, advirtió sobre el riesgo de nuevas dependencias: “El futuro de la región no depende de nadie. No depende del presidente Xi Jinping. –Tampoco– de Estados Unidos. No depende de la Unión Europea. Depende, pura y simplemente, de si queremos ser grandes o si queremos seguir siendo pequeños”.

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