Lo que debía ser una jornada de cosecha de aceitunas —la actividad agrícola más importante del año para muchas familias palestinas— terminó convertido en una escena de violencia planificada. Un grupo de colonos israelíes irrumpió en los olivares de la aldea de Beita, cerca de Nablus, en Cisjordania, atacando a quienes participaban en la recolección: civiles, periodistas y equipos de primeros auxilios.
Once personas resultaron heridas. Entre ellas, paramédicos de la Media Luna Roja Palestina y periodistas que documentaban la actividad. La periodista de Reuters Ranin Sawaftah fue agredida a golpes, según testigos. “Estaban descontrolados. Atacaban a cualquiera. Ella ya estaba en el suelo y siguieron golpeándola”, relató Munthar Amira, uno de los presentes.
El ataque no se limitó a golpes. Piedras y objetos contundentes volaron hacia los granjeros y activistas —palestinos e israelíes— que participaban en la cosecha. En otro momento, el periodista Mohammed Al Atrash, de Al Jazeera, tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital.
La Media Luna Roja confirmó que varios de sus voluntarios fueron heridos mientras intentaban asistir a los afectados. En sus comunicados, describieron el hecho como un «ataque brutal contra personas que únicamente estaban recogiendo aceitunas».
LA COSECHA DE LA ACEITUNA: UN ESCENARIO RECURRENTE DE VIOLENCIA
La temporada de recolección de aceitunas es, cada año, un momento crítico en Cisjordania. No solo por el valor económico del fruto, sino porque los colonos buscan consolidar su presencia en territorios ocupados. Esta vez, los ataques escalaron a niveles inéditos.
- UNRWA registró 536 ataques solo en octubre.
- La Comisión de Resistencia a la Ocupación palestina eleva la cifra a más de 700 agresiones.
Las imágenes de ese día muestran a los cosechadores huyendo mientras se escuchan gritos: “¿Dónde están?”. Los colonos buscan disuadir la presencia palestina, impedir que vuelvan a sus tierras y facilitar la expansión de los asentamientos.
EN PARALELO: GAZA SUPERA LOS 69.000 MUERTOS
Horas después del ataque en Beita, el Ministerio de Sanidad de Gaza actualizó la cifra de fallecidos por la ofensiva israelí: 69.169 personas. La actualización incluyó 284 nuevas víctimas cuyos datos habían tardado en confirmarse.
HAMÁS EXIGE ACCIÓN INTERNACIONAL
Tras el aumento de agresiones en Cisjordania, Hamás pidió a Naciones Unidas y a la comunidad internacional que presionen a Israel para detener lo que califican como “terrorismo de colonos”. Acusan que los ataques contra agricultores buscan desplazar a la población palestina y consolidar la ocupación de Cisjordania.
“Los repetidos ataques durante la cosecha buscan expulsar a nuestros granjeros y controlar nuestras tierras”, señaló el movimiento en un comunicado.
EXPULSIÓN POR DESGASTE
Los colonos que atacan estos olivares no son improvisados: residen en asentamientos construidos en territorio ocupado, considerados ilegales por el derecho internacional. Los ataques durante la cosecha no solo hieren cuerpos, sino también economía, identidad y arraigo: sin olivos, no hay tierra que defender.
La violencia pretende algo más profundo que impedir una cosecha: desarraigar un pueblo de su territorio.
En Cisjordania, los ataques de colonos israelíes contra palestinos continúan en el contexto de la temporada de cosecha de aceituna.
El resultado está siendo demoledor: personas asesinadas y heridas, propiedades con daños y ganado atacado.
La violencia allí también es insoportable pic.twitter.com/JUFPEcPptf— UNRWA.es (@UNRWAes) November 7, 2025







