Las obras de Fernando Botero son inconfundibles. ¿Quién no lo ha relacionado con obras de cuerpos voluminosos y cargados de sensualidad? O como “las gordas y gordos de Botero”, como también se han hecho reconocidas. Aunque, según la National Geographic, él jamás ha tenido interés en representar la «gordura». “No he pintado una gorda en mi vida”, ha dicho más de una vez.
Fernando Botero ha plasmado en sus obras un estilo muy único y personal. En cada pintura y escultura, hay una carga de sensualidad, erotismo y voluminosidad que lo ha llevado a ser reconocido como uno de los artistas plásticos más importantes a nivel internacional.
Ha pintado seres extravagantes, escenas de crítica social, sátira, torturas, masacres y guerras. El arte de Botero es tan representativo que hasta tiene un nombre oficial, conocido como “el boterismo”.
Botero falleció este viernes en Mónaco a la edad de 91 años. Según informaron medios colombianos, murió a causa de una neumonía por la que tuvo que ser hospitalizado.
Sus obras son un ícono del arte latinoamericano del siglo XX. Están expuestas en exhibiciones y museos como el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, el Museo Wallraf-Richartz de Colonia (Alemania), el Museo Pushkin de Moscú, el MOMA y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Conoce 5 impresionantes obras de Fernando Botero
La familia presidencial
Esta obra de Fernando Botero fue pintada en 1967. Con figuras exageradamente voluptuosas, el pintor hace una crítica a la representación política de la sociedad colombiana y del mundo entero. El cuadro representa el poder: el presidente de Colombia, ubicado en la parte posterior del grupo a la izquierda acompañado de su esposa, hija y una abuela. Y a la derecha, un general y un obispo.

La muerte de Pablo Escobar
Qué duda cabe que Pablo Escobar fue un perverso referente para la historia colombiana. En esta obra, Botero lo retrata caído en desgracia. Escapando por los tejados de Medellín con 100 kilos encima, captado justo en el momento en el que una “lluvia de plomo acaba con él”.

Monalisa a los 12 años
Inspirada en el arte de Francisco De Goya y Diego Velázquez, esta obra refleja la sensualidad de la niña pintada. Botero realizó miles de retratos a mujeres en donde sus formas adquieren grandes proporciones. Según el medio Culturizando, para el pintor, “la mujer es el tema más ortodoxo, más inmediato y más maravilloso que tiene la pintura en toda su historia”.

Pedrito a caballo
Botero ha dicho sobre este cuadro que “es el más bello” que ha hecho. Lo pintó en honor a su hijo Pedro, quien murió en un accidente automovilístico en España a la edad de 4 años. La pérdida sumió a Botero en una gran depresión que lo llevó a encerrarse en su estudio de París durante meses, informa el medio El Mundo. Actualmente, el cuadro cuelga de las paredes del museo de Antioquía.

El caballo gordo de Botero
Santiago es una de las ciudades privilegiadas que también es sede del arte de Botero. Frente al Museo de Arte Contemporáneo (MAC), en el sector poniente del del Parque Forestal, se encuentra El Caballo. Es un animal robusto y de amplios volúmenes que representa al Caballo de Troya. Se trata de una de las mejores obras de escultura del artista que, sin duda, llama su atención por su tamaño y características.
