La cumbre climática COP29, celebrada en Bakú, Azerbaiyán, trajo a la palestra un tema divisivo: el papel de los recursos naturales en la economía global y su impacto en el cambio climático.
Durante su discurso de apertura, el presidente azerbaiyano Elhim Aliev defendió abiertamente la explotación y comercialización de los recursos naturales, incluyendo el petróleo, el gas, el viento, el sol, así como minerales como el oro, la plata y el cobre.
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«El petróleo, el gas, el viento, el sol, el oro, la plata, el cobre, todos… son recursos naturales, y no se debe culpar a los países por tenerlos ni por llevar estos recursos al mercado, porque el mercado los necesita», afirmó Aliev ante unos 75 líderes internacionales presentes en el evento.
ES UN REGALO DE DIOS
Aliev continuó su discurso declarando: «Es un regalo de Dios. Quiero repetirlo aquí hoy, ante esta audiencia».
La declaración subraya su postura de que la riqueza en hidrocarburos y otros recursos debe ser vista como una bendición y no como un factor de culpa, especialmente en un contexto en el que muchos países europeos han solicitado la colaboración energética de Azerbaiyán.
En este sentido, Aliev recordó que la Unión Europea, en medio de sus desafíos energéticos, le pidió hace dos años que duplicara las exportaciones de gas azerbaiyano, a lo cual el gobierno azerbaiyano accedió.
«Nos pidieron ayuda y dijimos que sí, que ayudaríamos a Europa con su seguridad energética», señaló el mandatario, subrayando la relevancia de su país en el contexto energético.
Azerbaiyán se convierte así en el segundo país rico en hidrocarburos en albergar una conferencia COP, siguiendo a los Emiratos Árabes Unidos, que fueron anfitriones en 2023. La situación refleja las crecientes tensiones entre el impulso por reducir las emisiones de carbono y la dependencia de combustibles. fósiles en varias regiones del mundo, especialmente en Europa.
ONU DA UN MENSAJE DIFERENTE
En un marcado contraste, António Guterres, secretario general de la ONU, subió al podio después de Aliev y presentó un mensaje diferente.
Guterres centró su discurso en la importancia de asegurar una nueva financiación para la lucha contra el cambio climático, especialmente para los países en desarrollo.
«Los países en desarrollo no deben salir de Bakú con las manos vacías. Es indispensable un acuerdo», afirmó.
El objetivo de esta COP29, en palabras de Guterres, es obtener compromisos concretos de financiación que permitan a los países más vulnerables enfrentar los efectos de la crisis.
Sin embargo, la cumbre enfrenta un desafío importante debido a la ausencia de varios líderes clave del G20, entre ellos el primer ministro indio Narendra Modi, el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La falta de estas cifras podría afectar los resultados de la conferencia, al reducir el alcance de posibles acuerdos internacionales. En este escenario, la COP29 se convierte en un campo de debate sobre los intereses nacionales y la urgencia climática, con una solución que parece cada vez más.