Este sábado 23 de noviembre Corea del Norte realizó una grave advertencia al mundo. El Ministerio de Defensa alertó que las maniobras entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón en el Mar de China Oriental, sumado al envío de activos militares norteamericanos hasta la capital de su vecino del sur, puedan traducirse en una escalada hacia «una guerra real en cualquier momento».
El país comunicó que la situación a la que se ven enfrentados justifica la toma de medidas de autodefensa para buscar protegerse ante una posible ofensiva.
«Advertimos enérgicamente a Estados Unidos y a sus seguidores hostiles hacia la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) que detengan inmediatamente los actos hostiles que causan más provocación e inestabilidad y que pueden llevar la confrontación militar en la península de Corea y sus alrededores a un verdadero conflicto armado», informó la nación mediante un comunicado publicado por la agencia oficial norcoreana KCNA.
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Denunciaron que el «aventurismo militar» de Estados Unidos traspasó «la línea roja a escala global». Señalaron que las provocaciones de Washington llevarán a «sumir la situación regional en una catástrofe irreparable».
En la nota de la citada agencia añadieron que el Ejército norcoreano «está siguiendo de cerca los movimientos militares de EE. UU. y sus aliados, abriendo la posibilidad de todas las opciones en su preparación para el combate. Si se juzga necesario, tomará medidas de inmediato para contener el peligro y lograr el objetivo militar y estratégico del Estado».
Justamente este viernes el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, acusó a Estados Unidos de llevar al país «hasta el extremo» con sus actos de provocación.
Según recogió Europa Press, a principios de semana el líder instruyó a su Ejército dedicar sus esfuerzos en «finalizar los preparativos para la guerra».
Estas declaraciones se dan en medio de las tensiones con Corea del Sur y la profundización de relaciones entre Kim Jong Un y Vladimir Putin en Rusia. De hecho, Norcorea ha enviado miles de soldados al frente contra Ucrania el últimos mes.
Los dichos del país asiático se dan tras un ejercicio trilateral «Freedom Edge» entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, el que buscaba «promover la interoperabilidad y proteger la libertad para la paz y la estabilidad del Indopacífico».
En los ejercicios participaron buques de guerra y aviones de los tres países en aguas internacionales alrededor de la isla surcoreana. Se hicieron entrenamientos contra aviones de combate, submarinos y misiles balísticos.
Esto se suma al ingreso del submarino de propulsión nuclear norteamericano Columbia en una base naval de Corea del Sur. Además, el jueves otro portaaviones de propulsión nuclear estadounidense entró en una base naval de Japón.
