El presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang-mok, ordenó este lunes una inspección de emergencia a todas las operaciones aéreas del país tras el accidente de un avión de Jeju Air que dejó 179 muertos y solo dos supervivientes. Las autoridades ya identifican a más de 140 víctimas mientras investigan las causas del siniestro.
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El accidente ocurrió el 29 de diciembre en el Aeropuerto Internacional de Muan, cuando un Boeing 737-800 de la aerolínea abortó un primer intento de aterrizaje. Durante el segundo intento, recibió una alerta de impacto de aves antes de que el piloto emitiera una señal de socorro. El avión aterrizó sin desplegar el tren de aterrizaje delantero, salió de la pista, chocó contra una valla de hormigón y se incendió.
El Ministerio de Transporte de Corea del Sur inició este lunes una revisión especial de los 101 Boeing 737-800 operados por aerolíneas surcoreanas, enfocándose en el historial de mantenimiento de sus componentes clave. Además, se anunció una inspección exhaustiva de los estándares de seguridad de Jeju Air, que opera 39 de estas aeronaves.
Choi subrayó la necesidad de reformar los sistemas de seguridad aérea del país para evitar futuros incidentes.
La tragedia ocurre en un contexto de crisis política, donde Choi se consideró recientemente como segundo presidente interino en menos de un mes.
INVESTIGACIÓN EN CURSO
Las autoridades evalúan varios factores como posibles causas del accidente, entre ellos el impacto de aves, fallas en los sistemas de control del avión y decisiones apresuradas de los pilotos.
El vídeo del accidente muestra que los pilotos no desplegaron los flaps ni el tren de aterrizaje, lo que podría indicar una falla hidráulica o falta de tiempo para realizar estas maniobras.
El Ministerio de Transporte también investigará la estructura de hormigón donde se estrelló el avión, ubicada al final de la pista para soportar una antena localizadora. Expertos sugieren que materiales más livianos podrían haber minimizado los daños y las lesiones.
NUEVAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
Este mismo lunes, otro Boeing 737-800 de Jeju Air regresó al Aeropuerto Internacional Gimpo tras detectar problemas con su tren de aterrizaje. La aeronave aterrorizó sin incidentes, pero el suceso aumenta la urgencia de revisar la seguridad aérea en el país.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos y Boeing enviarán representantes para participar activamente en la investigación, cumpliendo con las normativas internacionales, dado que Estados Unidos fabricó el avión accidentado.
