Crucifixiones en Filipinas: Fe extrema en Viernes Santo
El Viernes Santo en la provincia de Pampanga, Filipinas, se caracteriza por una particular y extrema forma de devoción: la crucifixión de fieles católicos.
Este año, el 29 de marzo, tres hombres, liderados por Ruben Henae (63 años), quien ya ha sido crucificado 35 veces, fueron clavados en cruces de madera como representación de la crucifixión de Jesucristo.
Simbolismo y dolor
Actores vestidos como soldados romanos azotaron a los participantes con bastones y luego martillaron clavos de cuatro pulgadas en sus manos y pies. La experiencia, sin duda, es dolorosa y física, pero para estos devotos representa una profunda expresión de fe y sacrificio.
Las crucifixiones en Pampanga son una de las tradiciones más controversiales de la Semana Santa en Filipinas. Este país, con una población mayoritariamente católica (cerca del 80%), se caracteriza por una religiosidad profunda y ferviente.
🇵🇭 | El Viernes Santo (29 de marzo) en la provincia norteña de Pampanga en Filipinas, los fieles católicos fueron clavados en cruces de madera durante una representación de la crucifixión de Jesucristo.
Los actores, vestidos como soldados romanos, golpearon a los creyentes con… pic.twitter.com/u15aLor5wf
— ALERTAS MUNDIAL 🗺️ (@AlertasMundial) March 29, 2024
Un debate sobre la fe y la práctica
Las crucifixiones generan debate entre quienes las consideran una forma extrema y peligrosa de expresar fe y quienes las ven como una tradición legítima y una manera de conectar con la pasión de Cristo.
Independientemente de la postura que se tome, las crucifixiones en Pampanga son un reflejo de la compleja relación entre fe, tradición y sacrificio en la sociedad filipina.
Este ritual, que se repite año tras año, invita a reflexionar sobre los límites de la expresión religiosa, la importancia del respeto a las creencias individuales y el papel de la tradición en el mundo actual
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