España enfrenta una emergencia climática sin precedentes debido a un fenómeno meteorológico conocido como DANA, o Depresión Aislada en Niveles Altos, que ha dejado más de 90 muertos y decenas de desaparecidos en el sur y este del país.
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Este tipo de eventos se caracteriza por lluvias torrenciales y vientos intensos, que en esta ocasión han provocado inundaciones devastadoras, principalmente en Valencia.
¿QUÉ ES DANA?
La DANA se origina cuando una masa de aire frío en niveles altos de la atmósfera se separa del flujo principal de vientos, normalmente el chorro polar o subtropical, que circula a gran velocidad en la troposfera.
Este aire frío choca con el aire cálido y húmedo en la superficie, provocando tormentas intensas y lluvias torrenciales.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) explica que esta interacción ocurre de forma ocasional en otoño y primavera en regiones cercanas al Mediterráneo, donde el aire aún retiene humedad.
¿CUÁL ES EL PAPEL DEL CAMBIO CLIMÁTICO?
Aunque las DANAs no son nuevas en el clima mediterráneo, su intensidad está en aumento, posiblemente debido al cambio climático.
Los expertos señalan que el calentamiento global eleva las temperaturas del agua marina y la humedad en la atmósfera, dos factores que potencian la fuerza de estos temporales.
Omar Baddour, de la Organización Meteorológica Mundial, afirmó que “el cambio climático aumenta tanto las temperaturas del agua marina como la humedad atmosférica”, haciendo que fenómenos como la DANA sean más fuertes y frecuentes.
DANA MÁS MORTAL EN DÉCADAS
La actual DANA ha sido clasificada como el temporal más mortífero en España en lo que va de siglo. Las cifras de víctimas mortales superan las de la última gran inundación en 1996, cuando murieron 87 personas en Biesca. El impacto devastador de esta DANA ha obligado al gobierno español a declarar zona catastrófica en varias áreas afectadas ya coordinar esfuerzos de rescate y asistencia para los damnificados.
¿QUE SE ESPERA A FUTURO?
El incremento en la frecuencia y severidad de las DANAs y otros fenómenos similares plantea un desafío para las autoridades y comunidades en regiones mediterráneas.
Mientras expertos y meteorólogos siguen evaluando los impactos del cambio climático, se recomienda a las autoridades ya la población local implementar medidas de prevención y gestión de riesgos, como mejoras en las infraestructuras de drenaje y sistemas de alerta temprana para mitigar futuros desastres.
En definitiva, la DANA actual ha dejado una huella trágica en España y es un recordatorio de los efectos que el cambio climático puede tener en fenómenos meteorológicos tradicionales, haciendo crucial la adopción de políticas y prácticas sostenibles para enfrentar estas nuevas realidades climáticas.
