La carrera por la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) enfrenta a dos candidatos con visiones alineadas con las potencias globales: Rubén Ramírez, canciller de Paraguay, y Albert Randim, ministro de Relaciones Exteriores de Surinam.
Mientras Ramírez sigue la línea geopolítica de Donald Trump, Randim se muestra más cercano a la influencia de Xi Jinping en América Latina.
Lea también Renunció Ministro del Interior de Colombia y expone fracturas en el Gobierno
Durante casi tres horas, ambos aspirantes presentaron sus propuestas ante el foro regional. Sin embargo, la sesión reveló diferencias clave en su postura sobre temas sensibles.
Randim evitó pronunciarse sobre la ideología de Beijing y la situación de Venezuela, Cuba y Nicaragua, mientras que Ramírez adoptó una postura más crítica.
POSTURAS OPUESTAS EN TEMAS CLAVE
Cuando Thomas Hastings, representante de Estados Unidos, preguntó sobre la relación de la OEA con China y su postura frente a las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua, Randim respondió de manera vaga. “Este hemisferio tiene sus reglas. Cumpliré con las reglas”.
Evadiendo cualquier mención directa a los regímenes autoritarios oa la influencia china, su respuesta contrastó con la de Ramírez, quien fue más directo. “Cuba, Venezuela y Nicaragua deben volver al sistema democrático, tienen que tener gobiernos respetados”.
Sobre la presencia de China como observador en la OEA, el canciller paraguayo advirtió. “Tenemos que tener en cuenta los objetivos de la organización y los condicionales sobre los donantes”.
Por su parte, el embajador de Uruguay, Washington Abdala, interrogó a los candidatos sobre Venezuela y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), afectados por recortes presupuestarios impulsados por Trump. Randim evitó el tema, mientras que Ramírez reafirmó su compromiso con la democracia y las instituciones.
UN DEBATE QUE TRASCIENDE LA OEA
Además de EE.UU. y Paraguay, representantes de Canadá, Bolivia, Chile, Belice, Surinam y México cuestionaron a los candidatos sobre igualdad de género, cambio climático, inmigración y delitos trasnacionales.
Argentina también estuvo presente en la sesión, aunque en medio de un conflicto diplomático interno: antes del inicio de las deliberaciones, la embajadora Sonia Cavallo fue desplazada por orden de Javier Milei, lo que generó sorpresa en el ámbito internacional.
Más allá de las respuestas protocolarias, quedó en evidencia la rivalidad entre dos visiones opuestas sobre el mundo, el poder y la democracia. Randim abogó por el diálogo y la estabilidad:
“Es nuestro deber colectivo prevenir los conflictos y garantizar la paz, buscar soluciones conjuntas a los desafíos políticos, jurídicos y económicos”.
Ramírez, en cambio, destacó la necesidad de reforzar los principios fundamentales de la OEA. “Proponemos una organización más humana y cercana a la gente, que responde a la nueva realidad hemisférica. La promoción y el respeto a los derechos humanos son esenciales para la democracia”.
UNA ELECCIÓN INCIERTA
La votación para elegir al sucesor de Luis Almagro está prevista para el 10 de marzo. Sin embargo, aún no se conoce la postura de actores clave como EE.UU., Canadá, Brasil, México y Colombia.
Por ahora, la contienda sigue abierta, con un virtual empate entre Ramírez y Randim. Ambos esperan que Donald Trump defina su posición, mientras persiste la incertidumbre sobre si un tercer candidato aprovechará la paridad para irrumpir en la competencia.
@SantiPenap @AllianaPedro @rramirezlezcanohttps://t.co/u3Iv16wjJ3
La #OEA inicia un complejo proceso electoral con dos candidatos que tienen posiciones antagónicas sobre la agenda geopolítica de Trump.
El canciller paraguayo Rubén Ramírez (@rramirezlezcano), con llegada…
— InfoANR 🇵🇾 (@InfoANRpy) February 9, 2025