El presidente electo Donald Trump está ultimando los detalles de más de 25 órdenes ejecutivas que implementará el próximo 20 de enero, su primer día en la Casa Blanca.
Según fuentes cercanas, estas acciones buscan generar un impacto inmediato y significativo, incluso mayor al de su primer mandato.
La estrategia incluye decretos y medidas que continuarán desarrollándose en los días y semanas posteriores.
Karoline Leavitt, portavoz de Trump, señaló que el expresidente utilizará su poder ejecutivo para cumplir las promesas realizadas durante su campaña electoral.
Stephen Miller, uno de sus asesores más cercanos, está liderando la coordinación de estas iniciativas, respaldado por organizaciones como el America First Policy Institute, el Conservative Partnership Institute y la Heritage Foundation, todas afines a sus políticas.
EJES PRINCIPALES DE LAS ÓRDENES EJECUTIVAS
Entre las medidas previstas destacan iniciativas enfocadas en revertir las políticas fronterizas implementadas por la administración de Joe Biden. Estas acciones incluirán:
- Fortalecimiento de la seguridad en la frontera sur para prevenir oleadas migratorias.
- Reanudación de la construcción del muro fronterizo.
- Ampliación de las facultades para la detención de extranjeros sin antecedentes penales.
- Despliegue de tropas adicionales en la frontera.
Además, Trump planea promover la producción de energía, eliminar protecciones contra la discriminación otorgadas a estudiantes transgénero y finalizar programas de formación en diversidad para contratistas federales.
Entre las propuestas más controvertidas se encuentra la eliminación del derecho a la ciudadanía por nacimiento, tema que el expresidente abordó recientemente en una entrevista con NBC.
UN ENFOQUE RECURRENTE EN LA POLÍTICA PRESIDENCIAL
El uso de órdenes ejecutivas no es nuevo en la política estadounidense.
Este mecanismo permite a los presidentes implementar su agenda de manera rápida, sin necesidad de pasar por el proceso legislativo en el Congreso.
Trump ya empleó esta estrategia en 2017, al igual que Joe Biden en 2021, cuando firmó 17 decretos para revertir políticas de su predecesor.
Sin embargo, las órdenes ejecutivas están sujetas a posibles impugnaciones judiciales y limitaciones presupuestarias que requieren aprobación legislativa.
Desde el equipo de Trump reconocen los desafíos que implica coordinar estas acciones entre diversas agencias federales y anticipan posibles resistencias políticas.
A pesar de ello, aseguran estar preparados para defender las iniciativas ante los tribunales si es necesario.
Con esta estrategia, Trump busca comenzar su segundo mandato con pasos firmes hacia el cumplimiento de su agenda y los compromisos asumidos con sus votantes.