El Vaticano confirmó que dos cardenales no participarán del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril. La cifra de votantes, que originalmente era de 135, bajó a 133 purpurados menores de 80 años, límite de edad para tener derecho a voto en la elección papal.
Aunque el vocero oficial de la Santa Sede, Matteo Bruni, no reveló sus identidades, la Conferencia Episcopal Española confirmó que uno de ellos es Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia. El otro sería un cardenal bosnio, también afectado de salud.
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A PUERTAS CERRADAS
El cónclave comenzará el 7 de mayo en la Capilla Sixtina, bajo las estrictas normas que caracterizan esta centenaria tradición: sin teléfonos móviles, internet ni acceso a la prensa hasta que del Vaticano emerja la fumata blanca que anunciará: “Habemus Papam”.
Desde la muerte de Francisco, los cardenales se han reunido diariamente en las llamadas “congregaciones generales”, celebradas en la sala Pablo VI. Estas instancias buscan consensuar visiones sobre el rumbo de la Iglesia. Entre los temas debatidos están la evangelización, la paz mundial y los abusos sexuales en el clero.
“Hay un ambiente fraternal y sincero”, aseguró el cardenal iraquí Louis Raphaël I Sako, patriarca caldeo. “Un espíritu de responsabilidad para buscar a alguien que continúe el trabajo de Francisco”, añadió.
El 80% de los cardenales electores fueron nombrados por Francisco, quien apostó por diversificar el colegio cardenalicio, incluyendo representantes de regiones remotas históricamente olvidadas por el Vaticano. Eso ha generado un escenario en que muchos de los votantes no se conocen entre sí, según reconoció Bruni, por lo que llevan credenciales con sus nombres para facilitar la interacción.
¿CONTINUIDAD?
La figura del próximo papa marcará si la Iglesia Católica continuará con las reformas de Francisco o si girará hacia posiciones más tradicionales. El cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado y figura clave en la diplomacia vaticana, se perfila como favorito.
“Representa un voto para continuar la esencia del papado de Francisco, pero sin el instinto rebelde de Francisco”, explicó John Allen, editor del portal católico Crux.
En las casas de apuestas como William Hill, Parolin lidera por encima del filipino Luis Antonio Tagle, el ghanés Peter Turkson y el italiano Matteo Zuppi, cercano a movimientos de paz y justicia social.
En paralelo, el cardenal Angelo Becciu, apartado de sus funciones por el propio Francisco tras un escándalo inmobiliario en Londres, desistió de su intento por participar del cónclave. El purpurado, de 76 años, anunció su decisión en un comunicado enviado a AFP por su abogado: “He decidido obedecer como siempre lo he hecho”.
¿CÓNCLAVE RÁPIDO?
Las miradas apuntan ahora al desarrollo del cónclave. La elección de Francisco en 2013 tomó 24 horas, mientras que el de Benedicto XVI dos días. Según Sako, este nuevo proceso no será distinto: “Dos o tres días”, estima.
Mientras tanto, decenas de periodistas esperan a diario frente a la columnata de Bernini, gritando “¡Eminencia!” a cada cardenal que pasa en silencio. La maquinaria del Vaticano se activa una vez más para uno de los procesos más misteriosos y observados del mundo.
El Vaticano informó de dos bajas entre los cardenales que participarán en el conclave y serán 133 en la Capilla Sixtina | Por Javier Tovar y Clément Melki https://t.co/CqrIpoG4Nc
— infobae (@infobae) April 29, 2025