Estados Unidos dio a conocer la Estrategia de Seguridad Nacional 2025, un documento que marca las prioridades globales del Gobierno de Donald Trump y que redefine la manera en que Washington pretende relacionarse con el mundo en los próximos años.
La hoja de ruta, enfatiza el concepto “America First”, endurece la postura frente a migración y crimen organizado, y propone un reordenamiento de alianzas, especialmente en el hemisferio occidental.
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La administración sostiene que la política exterior estadounidense debe centrarse en “proteger los intereses vitales” del país, dejando atrás lo que califica como décadas de estrategias “difusas” y “sobrecargadas”. El texto también reivindica las acciones del mandatario en su primer mandato y presenta su gestión como una “corrección necesaria” del rumbo internacional.
MIGRACIÓN Y SEGURIDAD FRONTERIZA: EL EJE CENTRAL
Uno de los puntos más duros de la estrategia establece que “la era de la migración masiva es cosa del pasado”, afirmando que la seguridad de la frontera será tratada como “la prioridad número uno de seguridad nacional”. El documento plantea el fortalecimiento militar en zonas claves, operaciones contra carteles y la posibilidad de usar fuerza letal contra organizaciones criminales que operen en la región.
Además, se anuncia una reinterpretación de la histórica Doctrina Monroe, bautizada como “Corolario Trump”, que busca impedir la influencia de potencias externas —en especial China— en América Latina.
CHINA: COMPETENCIA ECONÓMICA Y DISUASIÓN MILITAR
El texto acusa a Beijing de prácticas comerciales “depredadoras”, robo de propiedad intelectual y manipulación de cadenas de suministro. A la vez, reconoce que el Indo-Pacífico será el principal escenario económico del siglo XXI.
Washington se compromete a reforzar alianzas como Japón, Corea del Sur, Australia y Filipinas, además de presionar para que aumenten su gasto militar. La defensa de Taiwán y la libertad de navegación en el Mar del Sur de China aparecen como prioridades estratégicas.
EUROPA: PREOCUPACIÓN POR IDENTIDAD, ECONOMÍA Y GUERRA EN UCRANIA
La Casa Blanca plantea que Europa enfrenta una “crisis de confianza civilizatoria”, marcada por baja natalidad, problemas económicos y lo que califica como un exceso de regulaciones e instituciones transnacionales.
Sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, el gobierno dice buscar un “cese de hostilidades lo antes posible” para evitar una escalada mayor y estabilizar el continente.
MEDIO ORIENTE: MENOS DEPENDENCIA Y MÁS ACUERDOS
A diferencia de administraciones anteriores, el documento afirma que la región ya no debe ser el centro de la política exterior estadounidense.
Resalta los acuerdos de paz y normalización impulsados por Trump, y plantea que la zona será clave para inversiones en energía, tecnología y seguridad, pero sin “guerras eternas ni experimentos de construcción nacional”.
ECONOMÍA, ENERGÍA Y REINDUSTRIALIZACIÓN
El gobierno apuesta por fortalecer la industria interna mediante tarifas estratégicas, protección de cadenas de suministro críticas, expansión de la producción energética (incluyendo petróleo, gas, carbón y nuclear) y un control más riguroso sobre prácticas comerciales consideradas desleales.
El objetivo declarado: consolidar a Estados Unidos como la mayor economía del mundo en la próxima década.






