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Ejecuciones por pena de muerte alcanzan su máximo en casi una década

Editado de medios y agencias internacionales por Cristian Navarro H.

Amnistía Internacional teme que China, donde la pena de muerte se utiliza con frecuencia, haya ejecutado a miles de personas más, pero las cifras exactas son imposibles de determinar

Ejecuciones por pena de muerte alcanzan su máximo en casi una década

El informe anual de Amnistía Internacional sobre la pena de muerte en el mundo revela un panorama desalentador: en 2023 se registró un aumento alarmante del 31% en las ejecuciones en comparación con 2022, con un total de al menos 1.153 personas ejecutadas.

Esta cifra representa el mayor número de ejecuciones registradas por la organización en casi una década.

Un puñado de países concentra la mayoría de las ejecuciones

Si bien 16 países llevaron a cabo ejecuciones en 2023, un pequeño grupo es responsable de la gran mayoría de estas muertes. Irán ejecutó a casi tres cuartas partes (853) de todas las personas condenadas a muerte, seguido de Arabia Saudita con el 15% (172). Somalia (38) y Estados Unidos (24) también registraron un aumento significativo en las ejecuciones.

Amnistía Internacional teme que China, donde la pena de muerte se utiliza con frecuencia, haya ejecutado a miles de personas más, pero las cifras exactas son imposibles de determinar debido al secretismo del Estado. Se sospecha que Corea del Norte y Vietnam también llevan a cabo ejecuciones a gran escala.

El fin de la pandemia y la pena de muerte como herramienta política

Tras una disminución en 2022 debido a las restricciones por la pandemia, las ejecuciones han repuntado con fuerza. Algunos países, como Irán, están utilizando la pena de muerte como herramienta política para sofocar la disidencia y consolidar el poder. Más del 60% de las ejecuciones en Irán se llevaron a cabo por delitos que no deberían ser castigados con la pena de muerte según el derecho internacional, incluidos los delitos relacionados con las drogas.

Las ejecuciones en Arabia Saudita a menudo se basan en confesiones obtenidas mediante tortura y en juicios injustos. Un caso emblemático es el de Mohammad al-Ghamdi, condenado a muerte por publicaciones críticas en redes sociales contra el gobierno. En Estados Unidos, algunos estados están considerando métodos de ejecución más brutales, como el pelotón de fusilamiento y nuevas sustancias para las inyecciones letales.

Llamado a la acción para la comunidad internacional

Amnistía Internacional insta a la comunidad internacional a tomar medidas más contundentes contra la pena de muerte. Alemania ha iniciado algunas acciones, como la presentación de notas de protesta y la discusión del tema en foros internacionales. Sin embargo, la organización pide un enfoque más firme, con repercusiones diplomáticas para los países que no respeten las normas internacionales.

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