El Ejército del Líbano comenzó este miércoles a reforzar su presencia en el sur del país, en coordinación con la misión de la ONU (FINUL), como parte del acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hezbolá.
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Este despliegue busca extender la autoridad estatal en la región y cumplir con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que establece el despliegue de tropas libanesas al sur del río Litani y el repliegue de la milicia de Hezbolá hacia el norte.
COOPERACIÓN DE HEZBOLÁ Y CONTROL ESTATAL
Desde Bint Jbeil, localidad fronteriza con Israel, el diputado de Hezbolá Hasán Fadlalá afirmó que el grupo chiita cooperará con el gobierno de Beirut en el despliegue del Ejército y aseguró que no hay «armas visibles» ni «bases» de la organización en la zona. No obstante, señaló que los miembros de Hezbolá son parte de la población del sur y permanecerán allí como ciudadanos.
El Ejército, por su parte, reafirmó su compromiso de implementar la resolución de la ONU, incluyendo la mejora del despliegue de las fuerzas de seguridad en las áreas designadas. Además, pidió a los residentes de las zonas fronterizas, especialmente en Tiro, Bint Jbeil y Marjayún, que sigan las directrices militares y eviten acercarse a áreas ocupadas por fuerzas israelíes.
RETIRADA ISRAELÍ Y SUPERVISIÓN INTERNACIONAL.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, instó públicamente a Israel a retirar sus tropas del sur de Líbano, un proceso que debe completarse en un plazo de 60 días según el acuerdo. La retirada será supervisada por Estados Unidos y Francia, y permitirá que hasta 10.000 soldados libaneses ocupen las posiciones de Hezbolá en la región.
Este despliegue marca un avance significativo en los esfuerzos por consolidar la paz y restaurar la soberanía del Estado libanés en una zona históricamente controlada por la milicia de Hezbolá.