En la madrugada del 27 de marzo, el Ejército israelí mató a Abdul Latif al Qanou, portavoz de Hamás, en un ataque aéreo que destruyó la tienda donde se encontraba en Yabalia, al norte de Gaza.
El grupo islamista confirmó la noticia a través de un comunicado en Telegram, donde también aseguraron que otras personas resultaron heridas en el mismo ataque.
Hamás no tardó en responder, asegurando que el asesinato de su portavoz no debilitaría su voluntad. «Los ataques de la ocupación contra los dirigentes y portavoces del movimiento no quebrantarán nuestra voluntad, sino que fortalecerán nuestra determinación de continuar el camino hasta la liberación de la tierra y los lugares sagrados», afirmó el grupo.
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EL ATAQUE AÉREO
El ataque aéreo en el que falleció el portador de Hamás no fue un hecho aislado. De acuerdo con lo informado por medios locales, también reportaron otras víctimas a raíz de los bombardeos.
Esta última acción se suma a los devastadores efectos de la ruptura del alto el fuego el pasado 18 de marzo, cuando más de 400 personas perdieron la vida, y la cifra total de víctimas mortales desde entonces ha superado los 800. Entre ellos, más de 300 son menores de 18 años.
El Ministerio de Salud de Gaza ha informado también que otras 1.700 personas resultaron heridas, aunque estos números no incluyen los daños de los bombardeos ocurridos durante esta madrugada.
LA GUERRA NO CESA
Las cifras son desgarradoras. Desde el inicio de la guerra tras los ataques terroristas de Hamás el 7 de octubre de 2023, más de 50.000 personas han muerto en Gaza.
La brutalidad del conflicto sigue siendo una constante, con las partes enfrentándose sin ceder en sus posiciones.