El magnate tecnológico Elon Musk lanzó duras críticas este martes contra el nuevo proyecto de ley fiscal y presupuestario del presidente Donald Trump, actualmente en trámite legislativo. A través de su cuenta en X, el fundador de Tesla y SpaceX calificó la iniciativa como una “abominación repugnante” y advirtió que, de aprobarse, “llevará el déficit a 2,5 billones de dólares” e impondrá “una carga insostenible sobre los ciudadanos estadounidenses”.
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“Este proyecto de gasto masivo, escandaloso y electoralista es una vergüenza. Los que votaron a favor saben que se equivocaron. Lo siento, pero ya no lo soporto”, escribió el empresario, quien hasta hace pocas semanas encabezaba la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
UNA RELACIÓN QUEBRADA TRAS SU PASO POR EL GOBIERNO
La Casa Blanca respondió rápidamente a sus declaraciones. La vocera presidencial Karoline Leavitt afirmó que el mandatario “ya conoce la postura de Elon Musk” y que “eso no cambia su opinión. Es un proyecto de ley grande y hermoso, y se mantiene firme en eso”.
El enfrentamiento entre ambos refleja el deterioro de la relación desde la salida de Musk del gobierno. Durante sus cuatro meses en DOGE, lideró una agresiva agenda de reducción del gasto público, con despidos masivos y recortes en ayuda internacional. Sin embargo, múltiples analistas cuestionaron la veracidad de los ahorros alcanzados, y la relación con Trump se tensó al no cumplirse las metas de recorte presupuestario prometidas.
UN CONGRESO DIVIDIDO Y BAJO PRESIÓN
La versión actual del proyecto fiscal —ya aprobada por la Cámara de Representantes y en debate en el Senado, dominado por los republicanos— contempla la ampliación de recortes tributarios instaurados durante el primer mandato de Trump, la eliminación de subsidios, nuevas exenciones fiscales para trabajadores y la compra de productos estadounidenses, así como un significativo aumento en el gasto militar. También incluye un alza del techo de la deuda, punto clave que ha dividido a la bancada oficialista.
El presidente Trump presiona para que el Senado respalde la iniciativa, incluso atacando públicamente al senador Rand Paul, quien rechazó el plan por considerarlo contrario a los principios conservadores. “Eso no es conservador. Aumenta el déficit y la deuda”, sostuvo el legislador por Kentucky. Trump respondió llamándolo “loco” y “perdedor” en sus redes sociales.
ADVERTENCIAS ECONÓMICAS Y ACUSACIONES DE POPULISMO FISCAL
Mientras tanto, el líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune, reconoció que las próximas semanas serán decisivas: “Tenemos que llegar a 51 votos. El fracaso no es una opción”, dijo, advirtiendo que el país podría alcanzar su límite de endeudamiento entre agosto y septiembre.
Aunque la Casa Blanca sostiene que el crecimiento económico compensará parte del costo fiscal, economistas advierten que el plan podría añadir hasta tres billones de dólares al déficit en la próxima década.
Musk, por su parte, remató: “Este proyecto no representa disciplina fiscal ni responsabilidad. Es una rendición a los intereses de corto plazo, y quienes lo impulsan lo saben”.