El conflicto entre Irán e Israel ha entrado en una fase de escalada militar abierta, con bombardeos que ya afectan a la población civil y con crecientes implicancias regionales e internacionales. Mientras Israel intensifica sus ataques sobre objetivos estratégicos y militares iraníes, Teherán responde con misiles hipersónicos, y busca mediación externa para frenar las hostilidades. Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, juega un rol clave como actor con capacidad de contención, pero también como respaldo implícito de Tel Aviv. En este escenario complejo, potencias como Rusia y Turquía asoman como posibles garantes de una salida diplomática.
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Está Pasando consultó al académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Dr. Gilberto Aranda, quien indicó que el conflicto entre Israel e Irán ha escalado a un nivel crítico, con bombardeos que ya no se limitan a instalaciones militares o nucleares, sino que también afectan a la población civil.
El académico analizó los factores que agravan la situación, el rol de Estados Unidos y la posible implicancia de otras potencias como Rusia y Turquía.

“LOS BOMBARDEOS YA AFECTAN A CIVILES”
Según el Dr. Aranda, el conflicto ha superado una fase de enfrentamientos estratégicos para convertirse en una ofensiva abierta con costos humanos significativos: “Los bombardeos ya no son sólo contra instalaciones nucleares. Hay indicios claros de ataques sobre población civil”.
Para el académico, este es un punto de inflexión que podría escalar aún más si otros actores se involucran directamente, como Estados Unidos.
El experto afirma que la administración de Donald Trump está al tanto de las operaciones israelíes: “Puede que EE. UU. no haya diseñado esta ofensiva, pero claramente la conoce y, en cierta forma, la respalda”. Agrega que Israel ha optado por actuar unilateralmente, lo que ha provocado un intercambio intenso de misiles, con Irán incluso desplegando armamento hipersónico, aunque en su mayoría ha sido interceptado por el sistema Domo de Hierro israelí.
IRÁN BAJO PRESIÓN Y CON LIDERAZGO MILITAR DEBILITADO
El académico señala que Irán atraviesa un debilitamiento profundo en su estructura militar y política. “Ya van al menos 20 altos mandos militares eliminados y varios científicos nucleares. A este ritmo, podrían quedarse sin liderazgo efectivo”, advirtió.
La prensa internacional indica que Irán ha solicitado, a través de terceros países, la mediación para detener los ataques israelíes, que según Aranda es una señal de que Teherán podría estar dispuesto a detener el conflicto.
Sin embargo, según el profesional, la postura de Washington, liderada por Trump, se mantiene rígida: “El mensaje ha sido claro: no habrá negociaciones sin una rendición previa de Irán en su programa nuclear”.
ASESINATO DE JAMENEÍ UN POSIBLE CAMBIO DE RÉGIMEN
Consultado sobre el eventual asesinato del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jameneí, el academico indicó que su eliminación tendría consecuencias impredecibles. “Por un lado, podría precipitar un cambio de régimen. Pero también podría reforzar la unidad interna y desatar una oleada de nacionalismo que prolongue la resistencia”.
El académico recordó que la Revolución Islámica de 1979 tuvo múltiples corrientes, y que hoy existe un malestar latente en parte de la población. “Hay sectores con disposición al cambio, pero también una lógica de cerrar filas ante el enemigo externo”.
RUSIA Y TURQUÍA COMO POTENCIALES MEDIADORES
Finalmente, Aranda abordó el rol de potencias como Rusia y Turquía. Moscú, aliado estratégico de Irán, ha ofrecido actuar como garante en eventuales negociaciones, en parte debido a sus vínculos comerciales con Teherán. “Rusia le ha vendido uranio y sistemas de defensa. Pero también tiene una relación pragmática con Israel, por lo que podría ser aceptado como mediador”.
Aunque el gabinete israelí ha mostrado autonomía en su toma de decisiones, Trump no descarta una mediación rusa, lo que podría tener implicancias geopolíticas más amplias, incluso en el conflicto de Ucrania.
Sobre la duración del conflicto, el profesor fue cauto: “Todo dependerá de si se logra contener la expansión. Si otros actores no se involucran, podríamos estar cerca de un cese de hostilidades, aunque eso no significa necesariamente alcanzar un acuerdo duradero”.