Internacional

Estrecho de Ormuz un foco estratégico en la crisis actual

Estrecho de Ormuz
Foto: Estrecho de Ormuz. Google maps

Tras los recientes ataques estadounidenses contra instalaciones en Irán, crece la tensión internacional en torno al estrecho de Ormuz, un punto neurálgico del comercio energético global. Funcionarios y legisladores iraníes han reactivado la amenaza de bloquear este corredor marítimo estratégico, por donde circula aproximadamente el 20 % del petróleo mundial.

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UN CORREDOR ANGOSTO, PERO VITAL

El estrecho de Ormuz, de 212 kilómetros de largo y tan solo 40 de ancho en su parte más angosta, es una ruta clave para el tránsito de crudo proveniente de las principales potencias petroleras del Golfo Pérsico. Su cierre tendría consecuencias inmediatas sobre el precio del petróleo, con efectos de arrastre para la economía global. Así lo advirtió el exjefe del MI6 británico, Sir Alex Younger, quien calificó la amenaza como un “problema económico increíble”.

La posibilidad de una interrupción efectiva del tránsito marítimo no es nueva. Durante la guerra Irán-Irak (1980-1988), misiles y minas navales perturbaron significativamente la navegación en la zona. Sin embargo, el cierre completo del estrecho nunca se concretó.

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En el actual contexto de escalada regional, el Parlamento iraní ha reiterado que el país “dispone de numerosas opciones para responder a sus enemigos”. Behnam Saeedi, miembro de la comisión de seguridad nacional, y el diputado Ali Yazdikhah advirtieron que Irán se reserva el derecho de interrumpir el tránsito si Estados Unidos se involucra formalmente en la guerra para respaldar a Israel.

La Guardia Revolucionaria iraní cuenta con capacidades para llevar a cabo ataques directos a embarcaciones o desplegar minas en los corredores de navegación, según señaló el investigador Adel Bakawan, experto en Medio Oriente.

UN ARMA DE DOBLE FILO PARA TEHERÁN

No obstante, el cierre del estrecho también supondría un severo revés para la propia economía iraní. Entre el 80 % y el 90 % de sus exportaciones de crudo —destinadas mayoritariamente a China— dependen del paso por Ormuz. Una acción militar en esta vía no solo podría aislar aún más al país bajo sanciones, sino también dañar las relaciones con aliados clave como el sultanato de Omán, cuya estabilidad también quedaría amenazada.

RIESGO DE CRISIS ENERGÉTICA GLOBAL

Mientras las potencias occidentales observan con inquietud los movimientos en el Golfo, la comunidad internacional teme que cualquier alteración en el flujo de hidrocarburos desate una crisis energética global. En este escenario, el estrecho de Ormuz se ha convertido en el principal punto de fricción geopolítica del conflicto en Medio Oriente.

 

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