Las exportaciones de China a Estados Unidos se desplomaron un 27 % en septiembre respecto al mismo mes de 2024, prolongando una racha negativa de seis meses consecutivos, en medio del recrudecimiento de la guerra comercial entre ambas potencias.
En contraste, las exportaciones globales de China repuntaron con fuerza: crecieron un 8,3 % interanual, hasta 328.500 millones de dólares, el mayor aumento en seis meses y por encima de las proyecciones de los analistas. Las importaciones también mostraron dinamismo, con un alza del 7,4 %, muy superior al 1,3 % de agosto, aunque el debilitamiento interno y la crisis inmobiliaria siguen lastrando la demanda doméstica.
EE.UU. ENDURECE SU OFENSIVA COMERCIAL
La caída en las ventas hacia EE. UU. refleja el impacto directo de la estrategia del presidente Donald Trump, que busca relocalizar fábricas en territorio estadounidense mediante nuevos aranceles y restricciones tecnológicas. El viernes, Trump amenazó con imponer un arancel adicional del 100 % sobre productos chinos y extender los controles a software “crítico”, lo que reavivó las tensiones bilaterales.
China respondió anunciando nuevas tasas portuarias para buques estadounidenses, además de ampliar los controles a la exportación de baterías de iones de litio y tierras raras, materiales clave para la industria tecnológica.
CHINA REDIRIGE SU COMERCIO HACIA EL SUR GLOBAL
Ante el retroceso en el mercado estadounidense, Pekín ha buscado diversificar destinos. En septiembre, los envíos al Sudeste Asiático crecieron un 15,6 %, mientras que las exportaciones a Latinoamérica y África aumentaron un 15 % y 56 %, respectivamente, consolidando una estrategia de expansión hacia regiones emergentes.
“Las exportaciones chinas siguen mostrando resiliencia gracias a sus bajos costos y la falta de alternativas globales”, explicó Gary Ng, economista senior de Natixis. Sin embargo, advirtió que un aumento en los controles de exportación podría generar interrupciones prolongadas en las cadenas de suministro.
El viceministro de Aduanas, Wang Jun, reconoció que el entorno comercial es “severo y complejo” y llamó a “redoblar esfuerzos para estabilizar el comercio” en el último trimestre del año.