El Ejército de Filipinas denunció nuevas maniobras «ilegales» de China en el Mar de China Meridional, mientras que Taiwán reportó la presencia de 62 aviones militares chinos en su espacio aéreo.
Por su parte, la armada de Beijing llevó a cabo operaciones de vigilancia en el estrecho de Taiwán tras la presencia de buques de guerra estadounidenses, en la primera operación de este tipo desde el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
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MANILA Y TAIPEI ADVIERTEN SOBRE MOVIMIENTOS MILITARES DE CHINA
El jefe del Estado Mayor del Ejército filipino, Romeo Brawner, alertó sobre el aumento de «acciones ilegales, coercitivas y engañosas» por parte de la armada china en el Mar de China Meridional. En respuesta, Beijing justificó sus maniobras como «patrullajes de rutina» y acusó a Manila de «socavar la paz y la estabilidad en la región».
Al mismo tiempo, Taiwán denunció que en las últimas 48 horas, 62 aviones militares chinos sobrevolaron su espacio aéreo, coincidiendo con el paso de dos buques estadounidenses por el estrecho de Taiwán. «Hemos monitoreado la situación y respondido en consecuencia», declaró el Ministerio de Defensa taiwanés.
CHINA RESPONSABILIZA A EE.UU. DEL AUMENTO DE TENSIONES
El Ejército chino informó que realizó operaciones aéreas y marítimas en el estrecho de Taiwán para monitorear el paso de un destructor y un buque de reconocimiento estadounidenses entre el 10 y el 12 de febrero. Un portavoz militar de Beijing denunció que «la acción de Estados Unidos envía señales equivocadas y aumenta los riesgos de seguridad».
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Guo Jiakun, enfatizó que la cuestión de Taiwán no se trata de «libertad de navegación», sino de «soberanía e integridad territorial».
LA PRESENCIA NAVAL DE EE.UU. INTENSIFICA LA TENSIÓN
La travesía de los buques estadounidenses, el USS Ralph Johnson y el USNS Bowditch, marca la primera operación de este tipo desde el regreso de Trump a la Casa Blanca el 20 de enero. La Marina de EE.UU. defendió su derecho de navegación en la región y afirmó que el tránsito se realizó «más allá de los mares territoriales de cualquier estado costero».
Beijing, que reclama Taiwán como parte de su territorio, considera la presención de fuerzas extranjeras en la región como una provocación y ha intensificado su actividad militar para reforzar sus reclamos soberanos.
UNA CRECIENTE DISPUTA TERRITORIAL
La tensión en el Mar de China Meridional ha ido en aumento debido a las patrullas de la Guardia Costera china en zonas reclamadas por Filipinas. Manila ha expresado su preocupación por la creciente presencia de Beijing en sus aguas territoriales, lo que ha derivado en varios incidentes con barcos pesqueros y guardacostas filipinos.
Mientras tanto, el Gobierno de Xi Jinping mantiene su postura firme respecto a Taiwán, asegurando que la isla «es parte inalienable» de China y que no descarta el uso de la fuerza para lograr su unificación.
La situación en la región sigue evolucionando, con un equilibrio de poder cada vez más frágil entre China, EE.UU. y sus aliados en el Pacífico.