Como no hubo acuerdo entre republicanos y demócratas para un presupuesto antes de la fecha límite fijada para este miércoles, se activó el cierre del Gobierno Federal de Estados Unidos (EEUU).
El país no vivía un “shutdown” desde hace siete años (durante el primer gobierno de Donald Trump), periodo que se extendió por 35 días, el más largo en la historia. Detendrá el trabajo en múltiples departamentos y agencias federales, afectando a cientos de miles de empleados gubernamentales.
Por el momento afecta a servicios no esenciales, pero podría comprometer otras funciones de la Administración Central si el bloqueo legislativo se prolonga.
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El plazo era hasta las 23.59 hora local del 30 de septiembre -fecha en que concluía el año fiscal-, para aprobar los fondos que permitieran seguir funcionando plenamente a las agencias del Gobierno.
Sin embargo, hasta ayer los republicanos solo consiguieron dos de los siete votos demócratas que necesitaban en el Senado para aprobar un paquete de financiamiento provisional que habría mantenido plenamente operativo al Gobierno otras siete semanas.
Por su parte, los demócratas tampoco lograron los 13 apoyos que requería su propuesta presupuestaria, que destina más fondos para la sanidad y que, al igual que el proyecto de ley republicano, fue rechazada en la Cámara Alta.
NEGOCIACIONES FALLIDAS
Para aprobar el proyecto de los republicanos los demócratas pedían que se renueven subsidios del programa Obamacare que expiran este año y que se revoquen recortes en materia sanitaria incluidos en la gran ley de rebaja fiscal y presupuestaria que impulsó Donald Trump, algo que los conservadores solo quieren negociar una vez se aprueben las partidas económicas.
La clave reside ahora en cuánto durará esta suspensión parcial de operaciones de las agencias federales, que de momento no afecta a los servicios básicos en el país.
A pesar del cierre del gobierno de EEUU las fuerzas de seguridad, el ejército, los aeropuertos o la seguridad social seguirán funcionando con normalidad, pero preocupa el hecho de que los funcionarios en estas áreas no cobrarán sus sueldos hasta que las dos bancadas resuelvan sus diferencias en el legislativo y aprueben un presupuesto nuevo.