El secretario general de la ONU, António Guterres, ha denunciado la «intensificación» de los ataques rusos sobre puertos ucranianos, pocos días después de un nuevo bombardeo sobre la zona de Odesa, y ha reclamado el cese inmediato de cualquier tipo de acción contra objetivos o infraestructuras civiles.
La coordinadora humanitaria de Naciones Unidas, Denise Brown, visitó el fin de semana algunas de las instalaciones atacadas, en las que se habrían perdido suficientes cereales para alimentar a 66 millones de personas durante un día. Un portavoz de Guterres, Farhan Haq, ha subrayado en rueda de prensa este lunes que «no fue un ataque aislado».
Asimismo, ha reprobado de nuevo el rechazo de Moscú al acuerdo que permitía la exportación de grano desde puertos ucranianos, que «ya ha afectado a los precios mundiales de alimentos y seguirá afectando a la población más vulnerable». La ONU teme también que empeoren las necesidades humanitarias dentro de Ucrania.
La organización ha solicitado 3.900 millones de dólares (más de 3.500 millones de euros) para tratar de ayudar a 11,1 millones de personas en Ucrania, pero por el momento sólo ha recibido el 30 por ciento de los fondos requeridos, según Haq.
