El Consejo Presidencial de Transición en Haití destituyó al primer ministro Garry Conille tras un prolongado conflicto de poder, según confirmó una publicación oficial del gobierno con fecha 11 de noviembre, a la que tuvo acceso la agencia AFP.
El Consejo Presidencial de Transición, compuesto por nueve miembros, creado en abril para guiar al país luego de la renuncia del primer ministro anterior, Ariel Henry, en medio de un aumento de la violencia pandillera y la inestabilidad política.
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La decisión de destituir a Conille llega después de semanas de conflictos entre el primer ministro y el Consejo de Transición, que buscaba implementar cambios en los ministerios de Justicia, Finanzas, Defensa y Salud.
Conille rechazó las propuestas y solicitó la renuncia de tres miembros del Consejo involucrados en un presunto caso de corrupción, según informes del Miami Herald.
CAMBIO EN MOMENTO CRÍTICO
Este cambio en el liderazgo de Haití se produce en un momento crítico para el país, que se encuentra sumido en una crisis humanitaria agravada por la violencia de pandillas.
Estas organizaciones criminales han lanzado una serie de ataques contra infraestructuras clave, como el aeropuerto internacional, estaciones de policía y centros de detención, en un intento por socavar el control gubernamental. Además, en febrero, varias pandillas se unieron para derrocar al gobierno de Henry, lo que elevó aún más el nivel de tensión.
CONSEJO DE TRANSICIÓN
El Consejo Presidencial de Transición fue creado para estabilizar el país y organizar elecciones, que no se han llevado a cabo desde 2016.
Además, las nuevas autoridades solicitaron apoyo de una misión internacional respaldada por la ONU, que actualmente cuenta con unos 400 policías y militares. , en su mayoría de Kenia, para colaborar en el restablecimiento del orden.
Sin embargo, la violencia sigue en aumento. Entre enero y junio de 2024, Haití registró más de 3.600 homicidios y 1.100 secuestros, según un informe de la ONU.
La misma fuente señala que esta violencia ha obligado a más de 700.000 personas, incluidos numerosos niños, a abandonar sus hogares, y que las pandillas han adaptado sus tácticas para evadir la fuerza internacional desplegada.
La destitución de Conille y el nombramiento de Fils-Aimé generan incertidumbre sobre el futuro de Haití, donde las crisis políticas, sociales y de seguridad han golpeado a la población durante décadas, y donde la recuperación parece cada vez más lejana.