En una ceremonia marcada por la tensión política y la solidaridad global, el presidente de la Universidad de Harvard, Alan Garber, recibió una ovación de pie de un minuto tras inaugurar la graduación de la clase 2025, en abierto respaldo a su liderazgo en medio de la disputa legal con la administración Trump por las visas estudiantiles internacionales.
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La ovación tuvo lugar poco después de que Garber saludara a los graduados “de aquí abajo, de todo el país y de todo el mundo… tal como debe ser”, una frase que fue interpretada como un mensaje directo contra las medidas impulsadas por el Gobierno para limitar la presencia de estudiantes extranjeros en universidades estadounidenses.
APOYO ACADÉMICO Y ESTUDIANTIL
Durante la ceremonia, estudiantes y profesores se expresaron con fuerza sobre el impacto de las restricciones migratorias en la vida académica. El profesor Steven Pinker criticó abiertamente la política del presidente Trump, asegurando que “el conocimiento no tiene fronteras” y que “a veces, la mejor ciencia se hace en otro país”.
El estudiante y orador principal Thor Reimann añadió: “Dejamos un campus muy diferente al que ingresamos… pero me enorgullece estar junto a nuestro profesorado y presidente con la convicción compartida de que este proyecto continuo que vale la pena defender”.
HOMENAJES CON CARGA SIMBÓLICA
La ceremonia honró activamente a seis personalidades con títulos honoríficos por su compromiso con causas sociales, científicas y de justicia global. Kareem Abdul-Jabbar y Rita Moreno recibieron el reconocimiento por su activismo y defensa de la diversidad, mientras que el doctor Abraham Verghese, orador invitado, instó a rescatar la empatía en la práctica médica. La universidad también distinguió a los premios Nobel Esther Duflo y Richard Alley, junto a la académica pionera Elaine Kim.
Con estos homenajes, Harvard manifestó de forma explícita su respaldo a los valores de inclusión, excelencia y libertad académica.
REPERCUSIONES GLOBALES
La batalla legal que enfrenta Harvard ha provocado un reordenamiento en el sistema educativo internacional. Universidades de Hong Kong, como HKUST y City University, han comenzado a recibir solicitudes de estudiantes desplazados por las restricciones estadounidenses, lo que refleja el alcance geopolítico del conflicto.
En medio de este contexto, Garber cerró su discurso con un mensaje de resiliencia: “El verdadero objetivo de una universidad no es solo enseñar, sino expandir nuestro pensamiento y cambiar de opinión en el proceso”.
HARVARD, SÍMBOLO DE RESISTENCIA
Más que una ceremonia de graduación, el evento fue una declaración colectiva frente a las amenazas que enfrenta la educación superior global. Mientras la administración Trump insiste en limitar la entrada de estudiantes extranjeros, Harvard se erige como un bastión académico que, en palabras de sus propios docentes y alumnos, “permanece firme donde otros titubean”.
La ovación a Garber, el homenaje a defensores de derechos civiles y la promesa de mantener abiertas las puertas al mundo dejaron un mensaje claro: Harvard no se doblega.
Harvard President Alan Garber was met with a standing ovation at its commencement ceremony as he celebrated the presence of students from «around the world.» pic.twitter.com/sjCnyHFKhF
— TIME (@TIME) May 29, 2025