El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró la cumbre del G20 en Río de Janeiro con una advertencia sobre la urgencia de alcanzar las metas del desarrollo sustentable.
Lula presentó la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que busca erradicar la desnutrición y la pobreza en el mundo.
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Lula confía en que todos los asistentes del encuentro respalden la alianza, a pesar de las objeciones planteadas por países como Argentina.
El presidente de Brasil destacó que el mundo produce suficientes alimentos para alimentar a todos, pero que 733 millones de personas siguen sufriendo desnutrición debido a decisiones políticas que perpetúan la exclusión social.
También criticó el gasto militar global y lo calificó como un uso ineficiente de recursos que podrían destinarse a mejorar la calidad de vida de millones de personas.
LLAMADO AL FIN DE LAS GUERRAS
La cumbre del G20 se celebra en un contexto de tensiones geopolíticas y desafíos sociales globales, incluyendo la guerra en Ucrania y Medio Oriente.
Lula defendió su decisión de no centrar la agenda de la cumbre en las guerras, pero abogó por la paz en todos los frentes abiertos. «Queremos enviar un mensaje claro: queremos paz en Gaza, en Líbano, en Ucrania. Queremos acabar con todas las guerras», afirmó.
AUSENCIA DE PUTIN
La presencia internacional en la cumbre incluye a líderes clave como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de India, Narendra Modi, aunque el presidente ruso Vladimir Putin no asistió debido a una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional.
La ausencia de Putin es un recordatorio de las tensiones geopolíticas que rodean la cumbre.
Lula busca equilibrar su postura como mediador en un mundo multipolar, pero sus iniciativas han generado controversia.
Algunos han recibido con escepticismo su plan de paz con China para Ucrania, mientras que sus comparaciones entre las acciones de Israel en Gaza y el Holocausto han generado tensiones diplomáticas.
DESARROLLO MÁS JUSTO
A pesar de los desafíos, Lula reiteró su compromiso de liderar un movimiento hacia un desarrollo más justo, sostenible e inclusivo. «Queremos que esta cumbre sea recordada por el coraje de actuar», concluyó. La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza es un paso importante en esta dirección, y Lula espera que sea convalidada por todos los asistentes del encuentro.
La cumbre del G20 representa el 85% del PIB global y trabaja para liderar la lucha contra las desigualdades. Lula destacó que el G20 tiene la responsabilidad de liderar el cambio y promover un desarrollo más justo y sostenible. «Compete a los que estamos aquí la tarea inaplazable de acabar con esta llaga que avergüenza a la humanidad», afirmó.