Internacional

Inicia paro nacional en Colombia a favor de proyecto de Petro

Por Allan Santander

Periodista

Colombia
Gustavo Petro, presidente de Colombia (Foto: El País)
El presidente Gustavo Petro apuesta a un paro nacional respaldado por sindicatos y funcionarios, en medio de un enfrentamiento con el Congreso que hundió su consulta popular por la reforma laboral.

En un giro sin precedentes, el presidente de Colombia Gustavo Petro ha llamado a un paro nacional en defensa de su programa de reformas sociales. Pero, a diferencia de las grandes movilizaciones de 2021 —cuando millones salieron a las calles contra un gobierno percibido como sordo ante las demandas ciudadanas—, esta vez el impulso viene desde el propio poder ejecutivo.

«Le solicito al pueblo de Colombia no ejercer violencia contra ninguna cosa, contra ningún vidrio, contra ninguna persona», pidió Petro en un discurso el lunes, después del hundimiento parlamentario de la consulta popular con la que intentaba reflotar su agenda social, bloqueada en el Congreso.

En el Valle del Cauca, una región marcada por la violencia de las protestas de 2021, la gobernadora Dilian Francisca Toro —opositora del referendo— compartió un video recordando la destrucción pasada. «Nadie quiere repetir situaciones como las vividas», advirtió.

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Pero las circunstancias no son las mismas. En 2021, el paro surgió contra el Gobierno de turno. La indignación era transversal: estudiantes, campesinos, trabajadores y ciudadanos sin filiación política salieron en masa. En contraste, este nuevo paro tiene como principales protagonistas a las centrales sindicales aliadas de Petro: la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Confederación General del Trabajo (CGT) y Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC).

«El del 2021 fue un paro más fuerte, porque iba más allá de las organizaciones sindicales», admite Nelson Alarcón, directivo de la CUT. Sin embargo, asegura que la movilización de este 29 y 30 de mayo será significativa. “Ya logramos una movilización apoteósica el 18 de marzo y el primero de mayo, más de cinco millones salieron a las calles”.

EL EJE DEL CONFLICTO

En diciembre de 2022, las centrales obreras entregaron al presidente Petro un paquete de 10 reformas sociales, entre ellas la laboral. Desde entonces, el Congreso —de mayoría conservadora— ha bloqueado sus avances. El intento más reciente del Gobierno fue impulsar una consulta popular, pero fue rechazado por el Senado.

Las reacciones fueron inmediatas. Fabio Arias, presidente de la CUT, acusó a la Cámara Alta de sabotaje: “El Congreso ha sido paquidérmico, está negando absolutamente todo, porque es de derecha.”

Pero el mismo día que comenzaban las protestas, la Comisión Cuarta del Senado resucitó parcialmente la reforma laboral, incluyendo artículos claves exigidos por los sindicatos, como el pago completo de domingos y festivos y horas extra desde las 7 de la tarde. “Revivieron la reforma laboral para hacerla trizas”, denunció Arias.

FANTASMA DEL DECRETO PRESIDENCIAL

Mientras el paro tomaba forma, el ministro del Interior abrió otro frente: aseguró que si el Senado no aprueba la consulta popular antes del 1 de junio, el presidente la convocaría por decreto. Pero la Corte Constitucional respondió que la consulta necesita aprobación legislativa para ser válida.

El choque de trenes entre el Ejecutivo y el Legislativo amenaza con derivar en un conflicto institucional de alto voltaje. Un decreto sin base legal sería una provocación para la oposición y un desafío para la justicia.

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