Varios grupos de la sociedad civil de Filipinas solicitaron formalmente a la Cámara de Representantes la destitución de la vicepresidenta Sara Duterte.
La iniciativa se basa en acusaciones por corrupción, soborno, traición a la fe pública y promoción de asesinatos extrajudiciales cuando fue alcaldesa de la ciudad de Davao.
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El diputado Perci Cendaña, uno de los impulsores de la medida, indicó que la moción es una “reclamación histórica” y busca responsabilizar a Duterte y sus colaboradores en lo que se considera una violación fragante de la Constitución de Filipina.
«Este proceso es el primer paso para que Duterte y su círculo rindan cuentas por sus crímenes,» expresó Cendaña en un comunicado.
TENSIONES POLÍTICAS Y ACUSACIONES PREVIAS
Duterte enfrenta una investigación por presunto uso de forma irregular de fondos reservados para la inteligencia, además de emitir amenazas de muerte contra el presidente Ferdinand Marcos Jr., su esposa y el presidente de la Cámara de Representantes.
El conflicto surgió luego de la ruptura de relaciones entre la vicepresidenta y el actual mandatario Marcos Jr., quienes se presentaron en las elecciones presidencial de 2022.
En el mes de junio de este año, Duterte dejó el Gobierno, para posteriormente en el mes de septiembre, en una declaración aseguró haber ordenado asesinar al presidente y a otras figuras clave si ella era asesinada primero.
Por dichas declaraciones la policía de Filipinas presentó una querella formal contra la vicepresidenta.
REACCIONES DEL PRESIDENTE FERDINAND MARCOS JR.
Por su parte el presidente Ferdinand Marcos Jr. se mostró en contra de apoyar un proceso de destitución contra Duterte, explicando que una acción de este tipo paralizaría las cámaras del Congreso sin beneficios tangibles para la población filipina.
Pese a estas declaraciones, las tensiones internas en el gobierno y las acusaciones contra la vicepresidenta generan tensiones y generando una crisis política en el país.