Internacional

Irán expulsa a 256 mil afganos tras crisis con Israel

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Irán
Foto: Publicado en X por @JuanmiGG_News
Durante el conflicto, autoridades iraníes acusaron públicamente a afganos de colaborar con el gobierno israelí.

Tras el reciente enfrentamiento con Israel, Irán ha incrementado drásticamente la expulsión de migrantes afganos en situación irregular. Desde inicios de junio, más de 256.000 personas —incluyendo mujeres y niños— han sido deportadas, en lo que representa uno de los mayores operativos de retorno forzado en la región. Paralelamente, Teherán ha vinculado a varios ciudadanos afganos con presuntas actividades de espionaje.

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Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), solo el 25 de junio más de 28.000 personas cruzaron hacia Afganistán desde Irán. El centro de estudios Samuel Hall, especializado en movilidad forzada, afirma que esta ola de expulsiones coincide con el fin del conflicto militar de 12 días entre Irán e Israel, sugiriendo una operación de represalia disfrazada de medida de seguridad nacional.

Durante el conflicto, autoridades iraníes acusaron públicamente a afganos de colaborar con el gobierno israelí. El caso más visible fue la detención, el 18 de junio en Teherán, de un estudiante afgano acusado de portar archivos sobre drones y explosivos. Días después, medios estatales difundieron confesiones de otros cuatro afganos, pese a que organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado el uso habitual de confesiones obtenidas bajo tortura.

AUMENTO DE EXPULSIONES DE MUJERES Y FAMILIAS

Un cambio significativo en la política iraní ha sido el incremento de expulsiones de mujeres jóvenes y familias completas. En mayo, la cifra de familias deportadas duplicó la registrada en abril. La ONU ha expresado su preocupación por este fenómeno, dado que Irán antes expulsaba principalmente a hombres jóvenes.

En la frontera de Islam Qala, Hajjar Shademani, una joven afgana deportada junto a sus tres hermanos, narró cómo fueron sacados por la fuerza de su vivienda en Shiraz y enviados a un país que nunca conocieron. La expulsión le costó su derecho a estudiar: “Me encanta estudiar. Quería seguir, pero en Afganistán no creo que pueda”.

PRESIÓN MIGRATORIA Y DISCURSO DE ODIO

En 2024, el ACNUR estimaba que 3,8 millones de migrantes afganos vivían en Irán. Las autoridades iraníes elevan esa cifra a seis millones, al incluir personas nacidas en territorio iraní. Un asesor del Ministerio del Interior declaró que entre marzo de 2024 y marzo de 2025 ya se habían deportado más de 1,2 millones de afganos.

Agravada por una crisis económica persistente y una inflación superior al 30 %, la narrativa oficial ha ido posicionando a los afganos como responsables de los problemas económicos. “Los migrantes están siendo demonizados en medios oficiales y redes sociales”, denunció la socióloga iraní Simin Kazemi al Financial Times. La académica advirtió que los empleadores iraníes prefieren contratar afganos por salarios más bajos y sin derechos laborales, mientras se acusa a estos trabajadores de quitar empleos a los nacionales.

IMPACTO ECONÓMICO Y SITUACIÓN EN AFGANISTÁN

La economía iraní podría resentirse por la salida masiva de afganos. “Han sido esenciales en sectores como la construcción, la agricultura y los servicios municipales”, apuntó el periodista Siavosh Ghazi, corresponsal de France 24 y RFI.

Aunque algunos refugiados afganos han encontrado apoyo en redes familiares, la mayoría vive sin papeles, en condiciones precarias y con acceso limitado a servicios básicos. Las mujeres enfrentan mayores niveles de discriminación, mientras que muchos niños afganos no logran acceder al sistema escolar formal.

MURALLA FRONTERIZA Y ADVERTENCIAS HUMANITARIAS

Como parte de su política de control migratorio, Irán ha comenzado la construcción de una barrera física a lo largo de los 900 kilómetros de frontera con Afganistán. Para septiembre de 2024, el ejército afirmaba haber levantado al menos diez kilómetros del muro.

Las autoridades iraníes fijaron como fecha límite el 6 de julio para que los migrantes afganos irregulares abandonen el país. Ante este escenario, el centro Samuel Hall advierte que Afganistán no cuenta con la capacidad para absorber estos retornos masivos: “Sin apoyo internacional e inversión en mecanismos de reintegración, las expulsiones pueden colapsar las estructuras locales y desestabilizar comunidades enteras”.

 

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