Irán ha reafirmado su negativa a desmantelar su programa nuclear, aunque ha mostrado apertura a negociar con Estados Unidos sobre una posible militarización del mismo, según informó su misión ante la ONU. Al mismo tiempo, el gobierno iraní sostiene que no ha recibido la carta que el expresidente Donald Trump asegura haber enviado para iniciar negociaciones nucleares.
TEHERÁN NIEGA LA POSIBILIDAD DE DESMANTELAMIENTO
El desmantelamiento del programa nuclear no está sobre la mesa para el gobierno de Irán. Sin embargo, la Misión de la República Islámica de Irán ante las Naciones Unidas declaró que estaría dispuesta a discutir la preocupación internacional sobre la posible militarización de su programa nuclear.
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“Si el objetivo de las negociaciones es abordar las preocupaciones relativas a una posible militarización del programa nuclear iraní, esas conversaciones podrían considerarse. No obstante, si el objetivo es el desmantelamiento del programa nuclear pacífico de Irán para cumplir con lo que Obama no logró, esas negociaciones nunca se llevarán a cabo”, indicó la legación diplomática iraní en la red social X.
RECHAZO A LA «INTIMIDACIÓN» DE EE.UU.
El comentario se produjo un día después de que el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, declarara que Irán no negociará bajo la «intimidación» de Estados Unidos. Jameneí reiteró su postura de que hablar con Washington “no es sabio, no es inteligente y no es honorable”.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abbas Araghchi, afirmó que «mientras la administración Trump continúe ejerciendo la máxima presión, Irán no reanudará las negociaciones con Estados Unidos sobre su programa nuclear».
PREOCUPACIONES INTERNACIONALES SOBRE EL PROGRAMA NUCLEAR IRANÍ
El programa nuclear iraní sigue siendo un tema controvertido debido a la preocupación de que Irán pueda desarrollar misiles nucleares, además de su apoyo a grupos regionales como Hamás y Hezbolá.
Donald Trump anunció que había enviado una carta a Irán instando al país a negociar, insinuando una posible acción militar en caso de no llegar a un acuerdo. Esta acción marcó un cambio respecto a su política de “máxima presión”, la cual incluía sanciones para frenar la venta de petróleo iraní.
Irán, que niega querer fabricar armas nucleares, afirma que no ha recibido dicha carta.
EL ACUERDO NUCLEAR DE 2015 Y EL ENRIQUECIMIENTO DE URANIO
Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015, firmado durante la presidencia de Barack Obama, el cual limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones. Tras la salida de Washington del acuerdo, Irán ha incrementado el enriquecimiento de uranio por encima de los límites permitidos y, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en diciembre de 2024 poseía 274 kilos de uranio enriquecido al 60 %, un nivel cercano al 90 % necesario para fabricar armas nucleares.
El director del OIEA, Rafael Grossi, ha advertido que el tiempo para que la diplomacia imponga nuevas restricciones al programa nuclear de Irán se está agotando, ya que Teherán sigue acelerando su proceso de enriquecimiento de uranio hasta niveles casi armamentísticos.
DIVISIONES INTERNAS EN IRÁN SOBRE LAS ARMAS NUCLEARES
Irán sostiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos y que un edicto religioso de Jameneí prohíbe la producción de armas atómicas. No obstante, desde finales de 2024, el ala conservadora del régimen ha presionado para que el país se dote de armamento nuclear, y 39 parlamentarios han solicitado revisar la doctrina de defensa nacional en esta dirección.
El programa nuclear iraní inició en la década de 1950, bajo el mandato del Shah Mohammad Reza Pahlavi, con la ayuda del programa «Átomos para la Paz» de la ONU. Tras la Revolución Islámica, Irán continuó desarrollando su capacidad nuclear, estableciendo instalaciones de procesamiento de uranio, plantas de enriquecimiento, reactores nucleares y minas de uranio.