El gobierno de Israel afirmó este domingo que concluyó los ataques dirigidos contra «todas las bases iraníes» involucradas en el lanzamiento de misiles hacia su territorio, en una ofensiva que se ha intensificado durante las últimas 24 horas con el respaldo de Estados Unidos.
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«Hoy mismo, la Fuerza Aérea completó ataques contra todas las bases iraníes desde las que se disparan misiles hacia el país», declaró el vocero militar Effie Defrin, quien además señaló que «El régimen (iraní) aún conserva capacidades, lo vimos esta mañana, en alusión a los proyectiles lanzados por Irán que dejaron una veintena de personas con lesiones leves.
ESTADOS UNIDOS
Defrin también resaltó la participación de Estados Unidos en la ofensiva conjunta desarrollada en la madrugada del domingo, cuyo propósito fue golpear de forma directa el programa nuclear iraní.
«El programa nuclear iraní sufrió daños significativos como resultado de nuestros ataques y del ataque estadounidense de esta mañana. El daño es profundo», afirmó. «Seguimos recopilando inteligencia junto con nuestros socios para evaluar su magnitud», agregó.
EE.UU ATACA INSTALACIONES NUCLEARES IRANÍES
La ofensiva se intensificó con la participación estadounidense, que en la madrugada del domingo bombardeó tres instalaciones clave del programa nuclear de Irán. En paralelo, el presidente Donald Trump advirtió que habrá nuevas represalias si «La paz no llega rápido».
Fuentes del Pentágono indicaron que uno de los blancos fue el sitio nuclear secreto de Fordó. Los ataques se realizaron con bombas antibúnker GBU-57, de más de 13 toneladas, diseñadas para perforar estructuras altamente reforzadas antes de detonar, lo que las convierte en armamento apto para destruir búnkeres y túneles subterráneos.
Desde que comenzó la ofensiva israelí hace diez días, se han registrado 24 muertes en Israel, incluyendo a una mujer que sufrió un infarto mientras se resguardaba en un búnker. En tanto, el Ministerio de Sanidad iraní reportó 400 fallecidos, aunque una organización de derechos humanos con sede en Washington eleva esa cifra a 850.