El Ejército de Israel expulsó por la fuerza a miles de palestinos que se refugiaban en campamentos en Cisjordania, incluyendo el campamento de Nur Shams.
Las tropas israelíes «irrumpieron en el campamento y lo rodearon en todas las direcciones», asaltando casas y barrios, informó un vecino a la agencia EFE.
A los residentes se les obligó a evacuar a través de los altavoces de la mezquita del barrio Al Ayada, según la agencia Wafa
Desde el inicio de la incursión militar en Tulkarem, hace cuatro días, se han registrado desplazamientos masivos en varios campamentos de refugiados, incluyendo Yenín y Faraa, sumando unos 40,000 desplazados en toda Cisjordania.
Las fuerzas israelíes justifican la operación por el combate grupos armados palestinos que suponen una amenaza.
Sin embargo, los residentes palestinos han denunciado que la mayoría de las víctimas de estas operaciones son civiles, incluyendo mujeres y niños.
Entre las víctimas recientes se encuentra Laila al-Jatib, una niña de dos años asesinada a disparos por las fuerzas israelíes en el pueblo de Muthalath.
De la misma forma, un niño de 10 años murió tras estar en estado crítico por 11 días; fue herido de bala en el estómago por un soldado.
CAMPAMENTOS
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), «en 2024, más del 60% de los desplazamientos en Cisjordania fueron consecuencia de violentas incursiones de las fuerzas israelíes. El uso de ataques aéreos o armamento avanzado se han convertido en algo habitual».
«Solo en 2025 se han producido al menos 38 ataques», informan y añaden que «la operación, en curso desde hace casi tres semanas, es ahora la más prolongada en Cisjordania desde la segunda Intifada».
