El ejército de Israel afirmó este martes que su retirada de las posiciones ocupadas en el Líbano depende de que Hezbolá deje de representar una amenaza para su seguridad.
En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) declararon que la presencia militar es una medida preventiva ante las continuas hostilidades de la milicia chiita, que cuenta con un arsenal considerable de cohetes y misiles en la región.
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“Mientras Hezbolá continúe planteando un peligro para nuestros ciudadanos y fronteras, nuestra misión será neutralizar cualquier amenaza”, indicó un portavoz de las FDI.
La declaración llega en medio de una escalada de tensiones en la frontera israelí-libanesa, donde recientes enfrentamientos han alarmado a la comunidad internacional.
Por su parte, Hezbolá rechazó la justificación israelí, calificando la presencia militar como una «violación de la soberanía libanesa» y prometiendo continuar la resistencia.
La milicia, respaldada por Irán, ha sido señalada como uno de los principales actores desestabilizadores en la región, debido a su implicación en conflictos en Siria y su confrontación constante con Israel.
ONU
El Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido en múltiples ocasiones el cese de las hostilidades y el respeto a la Resolución 1701, que puso fin a la guerra de 2006 y exige la retirada de todas las fuerzas extranjeras del Líbano. Sin embargo, ambas partes continúan acusándose mutuamente de violar los términos del acuerdo.
La comunidad internacional teme que un enfrentamiento directo entre Israel y Hezbolá pueda desencadenar una nueva guerra en el Líbano, con consecuencias devastadoras para la estabilidad de Oriente Medio. Mientras tanto, la situación sigue siendo tensa y altamente impredecible.
