Internacional

La importancia geopolítica del Canal de Panamá

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Canal de Panamá
Foto: Publicado en X por @BettoServent
El tratado firmado en 1977 establece que Panamá debe garantizar la neutralidad del canal, evitando favoritismos en las tarifas.

Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insiste en su postura sobre el control del Canal de Panamá, el Gobierno panameño reitera que su soberanía sobre esta vía fluvial es «innegociable». Esta disputa ha vuelto a poner en el centro de la atención mundial a una de las rutas comerciales más estratégicas del planeta.

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UN CANAL CON HISTORIA

El Canal de Panamá, construido por Estados Unidos entre 1904 y 1914, revolucionó el comercio marítimo global al reducir drásticamente los tiempos de tránsito entre el Atlántico y el Pacífico. Aunque Trump ha mencionado que «35.000 o 38.000 hombres estadounidenses» murieron en su construcción, las cifras oficiales señalan alrededor de 5.600 muertes, en su mayoría de trabajadores caribeños, especialmente de Barbados.

Estados Unidos operó la vía durante décadas, hasta que en 1977 el presidente Jimmy Carter acordó con Panamá la transferencia progresiva de su administración, culminando en 1999 con la entrega total del canal al país centroamericano. Desde entonces, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha gestionado la infraestructura bajo principios de neutralidad y acceso global.

EL INTERÉS DE TRUMP

Trump ha lanzado acusaciones sobre una supuesta presencia de «soldados chinos» en la gestión del canal, afirmación que ha sido rechazada por el presidente panameño, José Raúl Mulino, quien ha enfatizado que «no hay soldados chinos en el canal, por el amor de Dios». Aunque no hay indicios de actividad militar china en la zona, analistas estadounidenses han expresado preocupaciones sobre la creciente influencia económica de Pekín en Panamá, particularmente a través de la gestión de los puertos de Balboa y Cristóbal por una empresa con sede en Hong Kong.

Además, Trump ha calificado de «estafa» el incremento en las tarifas de tránsito aplicado por la ACP, tras los efectos de la sequía en la región, que obligaron a reducir el número de embarcaciones que cruzan la vía.

¿PODRÍA ESTADOS UNIDOS RETOMAR EL CONTROL DEL CANAL?

El tratado firmado en 1977 establece que Panamá debe garantizar la neutralidad del canal, evitando favoritismos en las tarifas. Sin embargo, la presión de la administración Trump podría traducirse en intentos de modificar los precios o negociar condiciones más favorables para Estados Unidos.

Una posibilidad menos probable, pero históricamente factible, es la intervención militar. En 1989, Washington invadió Panamá para derrocar a Manuel Noriega, demostrando que una acción de este tipo no está fuera del espectro de estrategias estadounidenses en la región. El actual secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, visitará Panamá en los próximos días, en un viaje que podría incluir conversaciones sobre la situación del canal.

IMPLICACIONES GEOPOLÍTICAS

Con alrededor del 72% de la carga que transita por el canal vinculada a EE.UU., la vía sigue siendo crucial para la economía del país norteamericano. Sin embargo, China, como segundo mayor usuario del canal, ha fortalecido su presencia en la región a través de proyectos de infraestructura y acuerdos comerciales.

Expertos como Will Freeman, del Consejo de Relaciones Exteriores, sugieren que Trump está utilizando el tema del canal como un mensaje para otros países latinoamericanos: «Está diciendo que no crean que pueden estrechar lazos con China bajo su mandato». A su vez, analistas advierten que la retórica confrontativa de Trump podría abrir más oportunidades para Pekín en América Latina, al posicionarse como una alternativa diplomática a la presión estadounidense.

Mientras la administración Trump reevalúa sus relaciones con la región, el papel de Panamá en esta nueva disputa geopolítica sigue siendo clave. El futuro del Canal de Panamá podría depender de cómo el Gobierno panameño maneje las crecientes presiones de Washington y la influencia de China en la región.

 

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