Internacional

La OTAN inicia su cumbre más tensa en medio de guerras

Por Allan Santander

Periodista

OTAN
Imagen referencial (Foto: Está Pasando)
La Alianza Atlántica refuerza su compromiso militar con un salto sin precedentes en inversión armamentística, mientras persisten las divisiones internas y el desafío geopolítico de Rusia e Irán.

La cumbre que este martes inicia en La Haya marca un punto de inflexión para la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En un contexto internacional cada vez más inestable, los 32 países miembros acordaron avanzar hacia un aumento significativo en el gasto militar, una demanda largamente impulsada por Estados Unidos y ahora respaldada por el nuevo secretario general de la Alianza, el neerlandés Mark Rutte.

“A medida que el mundo se vuelve más peligroso, los líderes aliados deberán tomar decisiones audaces para reforzar nuestra defensa colectiva, haciendo de la OTAN una Alianza más fuerte, más justa y más letal”, señaló Rutte, anfitrión de la cumbre.

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UNA META QUE DIVIDE

La declaración conjunta, negociada en las semanas previas, compromete a los países a elevar el gasto militar al 5% del PIB antes de 2035. El desglose contempla un 3,5% en inversión armamentística directa y un 1,5% para infraestructuras estratégicas, como redes de transporte, comunicaciones y ciberdefensa, utilizables en contextos militares.

Aunque el objetivo refleja un consenso general frente al deterioro de la seguridad internacional, su implementación genera fricciones.

ADVERTENCIA DESDE WASHINGTON

La presión de la Casa Blanca ha sido constante. Donald Trump, quien llegó al encuentro con el respaldo del Pentágono, dejó claro que si los aliados no aumentan su compromiso, Estados Unidos reconsiderará su rol en Europa. En 2023, Washington cubrió el 62% del gasto total de la Alianza.

“Nuestros adversarios no esperarán a que estemos preparados. Por eso esperamos de los aliados un crecimiento significativo y creíble de sus presupuestos de defensa año tras año”, afirmó el embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker.

Alemania, por su parte, anunció que reformará su Constitución para alcanzar el 3,5% del PIB en defensa. Reino Unido se comprometió a llegar al 5% en diez años. Bélgica, en cambio, pidió “máxima flexibilidad” para lograr un aumento “sostenible”. “Si el gasto compromete la cohesión social, Putin habrá ganado sin disparar un tiro”, advirtió su viceprimer ministro Maxime Prévot.

RUSIA E IRÁN

Rusia aparece como el principal motivo detrás de este rearme acelerado. “La amenaza más significativa y directa que afronta la Alianza”, dijo Rutte, aludiendo a la invasión de Ucrania y a los recientes ataques aéreos rusos. Uno de los objetivos es “quintuplicar” la defensa antiaérea, adquirir miles de blindados y producir millones de rondas de artillería.

En paralelo, el conflicto entre Irán e Israel irrumpe con fuerza. Tras el bombardeo estadounidense del domingo contra tres instalaciones nucleares iraníes, la tensión en Oriente Medio escala peligrosamente. Rutte defendió la acción militar. “No estoy de acuerdo con que (la acción militar estadounidense) está en contra del Derecho Internacional”, aseguró, y recordó que los aliados llevan tiempo coincidiendo en que “Teherán no debe desarrollar un arma nuclear”.

ZELENSKI PRESENTE EN SEGUNDO PLANO

Aunque Ucrania es el símbolo de la resistencia frente a Rusia, su presidente, Volodímir Zelenski, tendrá un papel limitado en esta cumbre. Fue invitado únicamente a la cena de gala y a una reunión ministerial de bajo perfil. A cambio, se reunirá al margen con figuras clave como Rutte, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo, António Costa.

En cuanto a la ayuda militar, los aliados han comprometido este año 35.000 millones de euros para Ucrania, una cifra que casi duplica lo entregado en el primer trimestre.

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