La tensa espera por la marcha de los jubilados frente al Congreso de la Nación dio lugar a una medida polémica por parte del Gobierno, que utilizó las pantallas de las terminales ferroviarias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para emitir un mensaje disuasivo.
A pocas horas del inicio de la movilización, el mensaje proyectado en las estaciones de trenes fue: «La policía va a reprimir todo atentado contra la República».
Este mensaje, transmitido tanto por altavoces como en las pantallas, dejó en evidencia la estrategia oficial para evitar cualquier tipo de desbordes en la manifestación.
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UN PRECEDENTE CONTROVERTIDO
No es la primera vez que el Gobierno recurre a este tipo de comunicación en lugares públicos. En 2023, durante la gestión de Alberto Fernández, las mismas pantallas fueron utilizadas para alertar sobre el impacto de la eliminación de subsidios en las tarifas de transporte, en un claro intento de influir en el electorado durante el balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei.
La acción tomada por el Gobierno en esta ocasión busca, según algunos, desincentivar cualquier posible intento de violencia o desorden. Sin embargo, la advertencia también generó críticas por parte de los manifestantes, que consideran que se les está estigmatizando incluso antes de que la protesta comience.
UN OPERATIVO DE SEGURIDAD
La marcha de los jubilados, que también cuenta con el respaldo de sectores sindicales y políticos, llega en un contexto de fuerte tensión social. Los jubilados exigen un aumento de haberes, ya que consideran insuficiente la jubilación mínima de $280.000, que no alcanza para enfrentar el aumento del costo de vida. Sin embargo, la respuesta del Gobierno no se limita solo a un mensaje: también se prepara un imponente operativo de seguridad.
En los alrededores del Congreso se desplegarán 900 policías de la Ciudad de Buenos Aires, apoyados por 720 efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), 400 integrantes de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y Prefectura Naval Argentina (PNA).
Este dispositivo de seguridad, que se ha duplicado en relación con el despliegue de la semana anterior, estará diseñado para evitar cualquier intento de disturbio, como los ocurridos durante la manifestación previa, que terminó con enfrentamientos violentos y daños materiales en el centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
EL RECLAMO DE LOS JUBILADOS
A lo largo del día, se espera que la manifestación se desarrolle de manera pacífica, pero la tensión está presente. Los jubilados, acompañados de sindicatos y partidos políticos, exigen una mejora en sus haberes.
Mientras tanto, el Gobierno no descarta la posibilidad de que grupos externos, como barras bravas o agitadores, intenten infiltrarse en la marcha, lo que justificaría el operativo de seguridad masivo.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha reforzado su estrategia para evitar que las columnas de manifestantes lleguen a las cercanías de la Plaza del Congreso.
Además, se instalará un vallado de 100 metros alrededor del Palacio Legislativo, limitando el acceso vehicular y peatonal, y se desplegarán 600 agentes de tránsito porteños para controlar el flujo de vehículos hasta seis cuadras desde el Congreso.
«La protesta no es violencia, la policía va a reprimir todo atentado contra la república»
El mensaje que se escucha en las estaciones de tren en la previa de la marcha de los jubilados frente al Congreso. pic.twitter.com/oroSAW30HN
— Corta 🏆 (@somoscorta) March 19, 2025
