El régimen talibán ha impuesto una nueva medida que exige a todas las organizaciones no gubernamentales (ONG), tanto nacionales como extranjeras, despedir a las mujeres que tengan contratadas.
Según el régimen, cualquier ONG que no cumpla con esta directiva podría enfrentar la suspensión de sus actividades o la revocación de sus permisos de operación.
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Esta disposición se alinea con otras restricciones discriminatorias implementadas por los talibanes desde su regreso al poder hace más de tres años.
RESTRICCIONES PUBLICADAS POR EL MINISTERIO DE ECONOMÍA
El Ministerio de Economía, encargado de supervisar las actividades de las ONG, compartió el anuncio a través de redes sociales.
En el comunicado, se recuerda un dictamen previo que ordena la cooperación con estas restricciones, bajo amenaza de sanciones.
“Si las organizaciones no cooperan, todas sus actividades serán suspendidas y se revocará su permiso”, señala la declaración oficial.
AUMENTO DE RESTRICCIONES CONTRA LAS MUJERES
Esta orden llega un día después de que los talibanes prohibieran construir ventanas en edificios residenciales que permitan ver a mujeres en espacios privados como patios, cocinas o pozos comunes.
Según Zabihullah Mujahid, portavoz del régimen, esta medida busca evitar lo que califican como «actos obscenos». El decreto también instala a los propietarios de viviendas existentes para obstruir las ventanas ya construidas mediante muros u otras modificaciones.
APARTHEID DE GÉNERO EN AFGANISTÁN
Desde que los talibanes retomaron el poder en 2021, han impuesto constantes restricciones contra las mujeres, expulsándolas de parques, gimnasios, centros de belleza y otros espacios públicos.
Asimismo, no pueden salir de sus hogares sin un acompañante masculino, ni acceder a la educación secundaria o superior, quedando limitadas a completar solo la educación primaria.
Organismos internacionales como las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE) han condenado estas políticas, calificándolas como un «apartheid de género».
UNICEF advirtió que la reciente prohibición de que mujeres y niñas tomen cursos médicos tendrá consecuencias devastadoras a largo plazo, limitando el acceso a la atención sanitaria y destruyendo oportunidades educativas esenciales.
IMPACTO EN LA EDUCACIÓN Y LA SALUD
El régimen también ha prohibido a las mujeres participar en cursos de formación médica, interrumpiendo la capacitación de millas de estudiantes.
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, expresó su preocupación, señalando que esta política agravará la crisis sanitaria en Afganistán, especialmente para las mujeres y niñas que dependen de profesionales de su mismo género para recibir atención.
UN RETROCESO EN LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Las mujeres afganas viven una realidad de exclusión progresiva de la vida pública y educativa.
Fotografías recientes de ciudades como Kandahar muestran cómo las mujeres, vestidas con burka, son relegadas a los márgenes de la sociedad.
En lugares como Zabul, organizaciones internacionales sostienen las pocas iniciativas educativas para niñas, enfrentando constantes restricciones.
El regreso de los talibanes al poder ha reinstaurado políticas sexistas que recuerdan su primer mandato, marcando un retroceso profundo en los derechos de las mujeres y niñas afganas.
Organismos internacionales continúan alzando la voz, pero el panorama en Afganistán sigue siendo desolador para la mitad de su población.
Afganistán, objetivo:
borrar a las mujeres✔️El régimen talibán ha aprobado una nueva “ley de moralidad” que obliga a las mujeres a cubrirse el rostro y el cuerpo para evitar “causar tentación”.
Se prohíbe el sonido en público de las mujeres incluyendo cantar, recitar o hablar… pic.twitter.com/upoa8zPAUi— Almudena Ariza (@almuariza) August 23, 2024