El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió en la Cumbre del Mercosur que una posible intervención militar en Venezuela «sería una catástrofe humanitaria» y crearía un grave precedente para toda Sudamérica.
«Cuatro décadas después de la Guerra de las Malvinas, el continente vuelve a ser amenazado por la presencia militar de una potencia», dijo respecto del cerco aeronaval de Estados Unidos frente a las costas del país caribeño y la amenaza del presidente de EE.UU., Donald Trump, de una posible intervención armada.
El jefe de estado lamentó que en el mundo actual parece más fácil construir muros que puentes.
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Lula se ha propuesto como mediador entre Venezuela y Estados Unidos y ha mantenido conversaciones telefónicas tanto con Trump como con el venezolano Nicolás Maduro.
ROCES EN MERCOSUR
En otras materias, le presidente de Brasil dijo que las fronteras no son amenazas a la soberanía y que es necesario tender conexiones para permitir la libre circulación de mercancías y personas.
«Las verdaderas amenazas a nuestra soberanía son de otra naturaleza. Son las guerras, las fuerzas antidemocráticas y el crimen organizado», dijo.
Pero no todo fueron discursos en la reunión del Mercosur.
Brasil se negó a aprobar una resolución ministerial propuesta por Argentina y Paraguay para condenar las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y las amenazas a la democracia.
CRIMEN ORGANIZADO
Según Lula, el debilitamiento de las instituciones impulsado por fuerzas antidemocráticas en la región ha abierto más espacio al crimen organizado.
Agregó que el Mercosur ya demostró disposición para enfrentar el crimen organizado de forma conjunta y que en los últimos meses adoptó nuevas herramientas para ese fin, como acuerdos de recuperación de activos y medidas para proteger niños y adolescentes en ambientes virtuales.
Anunció también que Brasil y Uruguay propondrán una reunión regional de ministros de Justicia a fin de discutir medidas para fortalecer la lucha contra el flagelo en la región.
Asimismo, pidió a Paraguay, como nuevo presidente temporal del Mercosur, que impulse la creación de un pacto por el fin del feminicidio y la lucha a la violencia contra la mujer.
