El presidente brasileño aseguró que quizás «la falta de costumbre de participar en estas reuniones hace que un joven tenga más prisa», incluso recordando su propia experiencia en su primera cita internacional.
GUERRA DE AGRESIÓN
El presidente de Brasil, Luiz Inácio da Silva, Lula, estimó que Gabriel Boric, tenía «un poco más de ansiedad que los demás» mandatarios durante la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y que por eso criticó las dificultades de algunos países latinoamericanos para condenar la invasión rusa de Ucrania en la declaración final del encuentro.
«Posiblemente, porque debe haber sido la primera reunión de Boric de la Unión Europea con América Latina, tiene un poco más de ansiedad que los demás. Sólo eso», declaró Lula durante una rueda de prensa celebrada este miércoles en Bruselas.
El presidente chileno Gabriel Boric, fue enfático en declarar que lo de Ucrania «es una guerra de agresión imperial inaceptable» y pidió fervientemente destrabar la declaración de condena a Rusia.
PREOCUPACIÓN, NO CONDENA
En general, los mandatarios de la Unión Europea y la Celac manifestaron este martes su «profunda preocupación» sobre «la guerra en Ucrania» en la declaración final de la cumbre celebrada en Bruselas entre el lunes y ayer, sin el apoyo de Nicaragua. No obstante, evitaron condenar la agresión rusa tras dos días en los que negociaron el texto final sobre Ucrania.
Parav Boric era «importante» que desde Latinoamérica se diga «con claridad» que lo que sucede en Ucrania «es una guerra de agresión, imperial, inaceptable, en donde se viola el Derecho Internacional».
«Entiendo que la declaración conjunta está trabada hoy día porque algunos no quieren decir que es la guerra contra Ucrania. Hoy día es Ucrania, pero mañana podría ser cualquiera de nosotros», señaló el presidente de Chile.
EL INVASOR ES RUSIA
«Aquí se ha violado claramente el Derecho Internacional no por las dos partes; por una parte que es invasora, que es Rusia. Y eso yo creo que es importante que lo digamos claramente, para poder avanzar en acuerdos», espetó.
Lula por su parte, aseguró que «Todos sabemos lo que piensa Europa, todos sabemos lo que está pasando entre Ucrania y Rusia. Todos sabemos lo que piensa América Latina. No tengo que estar de acuerdo con Boric; es su visión», manifestó.
«Posiblemente, la falta de costumbre de participar en estas reuniones hace que un joven tenga más prisa. Pero así es como suceden las cosas. El encuentro fue, desde mi punto de vista, extraordinario. Desde mi punto de vista, fue la reunión más madura en que participé entre Mercosur y la Unión Europea, entre América Latina y la Unión Europea», aseguró, y agregó que se llegó «a un documento extremamente razonable, de interés de todo el mundo».
QUERÍA QUE TODO SE DECIDIERA YA
Lula reconoció que en su primer año como presidente, en su primer mandato, fue a una reunión del G8 «a la que le invitaron en un avión y quería que todo se decidiera en ese momento».
Indicó que en la cumbre entre la UE y la Celac se estaba discutiendo «la visión de 60 países». «Entonces, tenemos que entender que no todos están de acuerdo con nosotros, no todos, ya sabes, tienen la misma prisa, tienen la misma visión sobre cualquier cosa», expuso.
«Necesitamos construir un grupo de países que en el momento adecuado sean capaces de convencer a Rusia y Ucrania de que la paz es el mejor camino. Evidentemente, no puedo dejar de comprender el nerviosismo de la Unión Europea. Después de todo, tienes países que limitan con Ucrania», asumió.
RETIRAR SOLDADOS ES PARTE DE LA PAZ
Y consideró «normal» que las personas que viven cerca de Ucrania tengan una preocupación «mayor» que la suya por el conflicto. «Pero es precisamente porque estamos lejos que podemos tener la tranquilidad de no meternos en el estado de ánimo que tienen los europeos y tratar de crear un clima» que conduzca a la paz, según Lula.
Declaró que ni el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ni el de Rusia, Vladímir Putin, quieren hablar de la paz «porque creen que van a ganar» la guerra, pero Lula constató que el mundo y los países «empiezan a cansarse» del conflicto.
Apuntó que la retirada de los soldados es «parte de la negociación de paz» sobre Ucrania. «Queremos que pare la guerra. Después de que termine la guerra, siéntese en una mesa y discuta», concluyó.