El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó este miércoles que la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos representa un «nuevo comienzo» en las relaciones entre ambos países, que no mantienen vínculos diplomáticos desde 2019, tras una ruptura durante el primer mandato del republicano.
«En su primer gobierno, al presidente reelecto Donald Trump no le fue bien con nosotros. Este es un nuevo inicio, para que apostemos a una relación de ‘ganar-ganar’ donde tanto Estados Unidos como Venezuela salgan beneficiados», declaró Maduro
🚨¡Presidente Nicolás Maduro le envía un mensaje al Presidente electo Donald Trump!
«En su primer gobierno, no nos fue bien. Este es un nuevo comienzo para que apostemos a ganar – ganar».
¡Aquí está nuestro Pdte siempre dispuesto a relaciones positivas con EEUU y el mundo! pic.twitter.com/cXJO0fkpRd
— El Cuarto Rojo (@ElCuartoRoj0) November 6, 2024
Maduro afirmó que su administración está dispuesta a establecer «relaciones de trabajo conjunto» con quienes deseen invertir en Venezuela, una nación con importantes sanciones impuestas por Washington.
Destacó que ha transmitido este mensaje a «todos los estadounidenses» que han visitado el país petrolero, en el cual transnacionales, como Chevron, han recibido licencias para operar, pese a las restricciones.
OPORTUNIDAD DE ORO
Por otro lado, el líder chavista señaló que el retorno de Trump representa una «oportunidad de oro» para que el presidente electo «ponga fin a las guerras» y fomente «relaciones de respeto» con América Latina.
Asimismo, Maduro aseguró que nunca interferirá en «asuntos internos de Estados Unidos», enfatizando que su gobierno no practica el «intervencionismo».
«Abogamos por la soberanía, la independencia y el respeto a nuestra cultura e identidad. Las soluciones para América Latina están en América Latina, y el futuro de Venezuela se define en Venezuela», sostuvo Maduro.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump fue uno de los principales opositores de Maduro, a quien calificó de «dictador» y sobre quien impuso diversas sanciones, afectando especialmente a la industria petrolera, la fuente más importante de ingresos para Venezuela.
Maduro expresó recientemente su deseo de que el nuevo gobierno estadounidense se aleje de lo que considera las «políticas fracasadas del extremismo» de la oposición venezolana, la cual insiste en que su reelección fue fraudulenta y que el verdadero vencedor fue el candidato opositor Edmundo González Urrutia.
Por su parte, María Corina Machado, líder opositora y defensora de González Urrutia, felicitó a Trump y destacó que Venezuela atraviesa «días decisivos» tras las elecciones presidenciales. Aseguró que cuenta con «el respaldo de los pueblos de América y sus gobiernos democráticos» para impulsar una transición a la democracia en Venecia.
PRESIÓN SOBRE EL RÉGIMEN
El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca eleva significativamente la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, en un contexto caracterizado por sanciones, la relevancia del petróleo y la posibilidad de una negociación incierta. La crisis energética global ha reconfigurado las prioridades, y Trump asume el poder con una postura ambigua hacia el gobierno chavista.
La victoria de Trump fue recibida con optimismo por gran parte de la diáspora venezolana, que ve en él la posibilidad de un cambio en Venezuela. Durante su primer mandato, Trump lideró una ofensiva internacional contra Maduro, imponiendo sanciones y declarando que “todas las opciones” estaban sobre la mesa, incluyendo la militar. Sin embargo, los esfuerzos de esa política no lograron desestabilizar el régimen que permaneció en el poder.
TRUMP PODRÍA RETOMAR ESTRATEGIA
La politóloga Vanda Felbab-Brown, investigadora de la Brookings Institution, considera que Trump podría retomar esa estrategia de presión contra el régimen chavista. Sin embargo, advierte que no necesariamente sería más efectiva en este segundo intento, dada la complejidad de la situación política y económica en Venezuela y la resiliencia mostrada por el gobierno.
El enfoque que Trump adoptará hacia Venezuela podría depender, en gran medida, de su equipo de política exterior. Christopher Sabatini, analista en temas de América Latina de Chatham House, señala que si Trump elige a figuras como el senador Marco Rubio o sus aliados, se podría esperar una postura más dura hacia Venezuela y Cuba.