El sistema eléctrico de Cuba atraviesa una de sus peores crisis en décadas. Este miércoles, la estatal Unión Eléctrica (UNE) anunció que más del 51% del país sufrirá cortes de luz durante varias horas del día, en una jornada que podría dejar sin electricidad a millones de personas simultáneamente.
El colapso energético se debe a la combinación de factores estructurales y coyunturales que vienen agravándose desde mediados de 2024. Fallas técnicas en las centrales termoeléctricas, falta de combustible para las plantas de generación distribuida y una aguda escasez de divisas que impide importar lo necesario para mantener el sistema.
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HASTA 20 HORAS SIN ELECTRICIDAD
Los apagones se han convertido en parte de la rutina diaria en buena parte del país. En provincias orientales como Santiago de Cuba y Holguín, los cortes alcanzan las 20 horas al día, afectando no solo a la población, sino también al funcionamiento de hospitales, escuelas y redes de telecomunicaciones.
En La Habana, los cortes se han distribuido en bloques de entre cuatro y seis horas, aunque los horarios varían según la disponibilidad de generación. En los últimos siete meses, la isla ha sufrido al menos cuatro apagones nacionales, algunos de los cuales tardaron días en resolverse.
CAPACIDAD DE GENERACIÓN
La UNE prevé que durante el horario de mayor consumo (entre las 6:00 p. m. y las 10:00 p. m.), el sistema alcanzará una generación máxima de 1.805 megavatios (MW), frente a una demanda de 3.570 MW. La brecha —un déficit de 1.765 MW— obligará a aplicar cortes programados que afectarán a más de la mitad del país.
Los especialistas advierten que estas cifras oficiales suelen estar por debajo de los valores reales, lo que genera apagones más prolongados de lo previsto.
Actualmente, seis de las veinte unidades de generación térmica —repartidas en siete plantas— están fuera de servicio por averías o mantenimientos. A esto se suma la paralización de 97 motores de generación distribuida, inmovilizados por falta de diésel y fueloil.
INFRAESTRUCTURA OBSOLETA
Las causas de fondo de esta situación se arrastran desde hace décadas. La red termoeléctrica de Cuba opera con maquinaria obsoleta y desgastada, sin inversiones suficientes desde hace al menos 20 años. Las plantas actuales, algunas en funcionamiento desde los años 70, no pueden sostener la demanda energética de la isla.
Expertos independientes aseguran que para recuperar mínimamente la red se necesitarían entre 8.000 y 10.000 millones de dólares. Sin embargo, la falta crónica de financiamiento y la crisis de divisas del régimen dificultan cualquier posibilidad de modernización a corto plazo.
La imposibilidad de importar combustible ha paralizado completamente la generación por motores, un sistema que en años anteriores fue clave para compensar las fallas de las termoeléctricas.
Más de la mitad de Cuba estará sin electricidad de forma simultánea este miércoles https://t.co/7laIwV9Q64
— Infobae América (@infobaeamerica) June 25, 2025
