El presidente argentino Javier Milei se acerca a los 500 días en el poder. Su agenda económica liberal continúa generando divisiones en la sociedad: para algunos, representa la salvación frente a décadas de crisis; para otros, es sinónimo de ajuste y desigualdad.
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Un recorrido por el barrio de Boedo, en Buenos Aires, ilustra esa tensión. Mientras algunos comercios exhiben carteles que prohíben la entrada al mandatario y a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en las cercanías avanza la construcción de un nuevo edificio de viviendas. La escena resume el contraste entre rechazo social e inversiones esperanzadas en el futuro.
Milei, uno de los presidentes más comentados a nivel internacional, ha despertado pasiones opuestas. Su estilo confrontacional y sus decisiones económicas lo han convertido en blanco de críticas desde sectores progresistas, pero también en referente para economistas liberales que lo consideran un reformador clave para romper con décadas de estatismo y controles.
FIN DEL CEPO CAMBIARIO Y PROMESAS DE CRECIMIENTO
Entre sus últimas medidas destaca la eliminación del cepo cambiario, un sistema de restricciones a la compra de dólares vigente desde 2003. Según Aldo Abram, economista de la Fundación Libertad y Progreso, el resultado ha sido positivo: “El tipo de cambio se estabilizó sin crisis ni devaluación, pese a las advertencias pesimistas”.
En un reciente discurso, Milei celebró haber alcanzado equilibrio fiscal tras “más de cien años de déficit crónico” y prometió que Argentina será el país con mayor crecimiento económico en los próximos 30 años. Aunque advirtió que ese desarrollo será paulatino, pidió paciencia a la ciudadanía.
IMPACTO SOCIAL Y CRÍTICAS POR EL AJUSTE
Pese a que la inflación y la pobreza han registrado leves mejoras, según datos del INDEC, sectores críticos denuncian un alto costo social. Svenja Blanke, representante en Buenos Aires de la Fundación Friedrich Ebert, sostiene que el tipo de cambio se ha usado como “muleta antiinflacionaria” a expensas del salario real. “Hay una motosierra social que afecta los ingresos, la educación, la cultura y los servicios públicos”, afirmó.
Un ejemplo: mientras un Big Mac cuesta lo mismo en Argentina que en Alemania (5,48 euros), el salario mínimo por hora es de apenas 1,06 euros, muy lejos de los 12,82 que se pagan en Europa.
OPORTUNIDADES EXTERNAS Y DESAFÍOS INTERNOS
Desde la Fundación Friedrich Naumann, Hans-Dieter Holtzmann defiende el rumbo del Gobierno. A su juicio, “el fin de los controles de capital y la liberalización del tipo de cambio despejan el camino para la recuperación”. Sin embargo, advierte que aún falta generar confianza entre inversionistas extranjeros.
Para Holtzmann, el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, concluido en diciembre de 2024 tras 25 años de negociaciones, es clave para aprovechar el potencial exportador de Argentina, especialmente en sectores como el litio, el cobre y el hidrógeno.
En Buenos Aires, la postal sigue siendo contradictoria: cafés llenos y obras en marcha conviven con jubilados protestando semana tras semana. Las promesas de Milei de que el ajuste recaería solo en “la casta” no convencen a todos.
Milei “Argentina es solvente intertemporalmente.” pic.twitter.com/hEh5Wi86OC
— Federico Dominguez (@fededomin) April 30, 2025