El gobierno francés enfrenta un colapso casi seguro esta semana, tras la presentación de mociones de censura contra el primer ministro Michel Barnier por parte de partidos de extrema derecha e izquierda.
Los mercados reaccionaron negativamente al incremento de la inestabilidad política en la segunda mayor economía de la zona euro. Este caos pone en duda la aprobación del presupuesto anual y amenaza con sumir aún más a Francia en una crisis política.
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Marine Le Pen, líder del partido de extrema derecha Agrupamiento Nacional (RN), criticó a Barnier, quien asumió como primer ministro en septiembre. «Ha empeorado la situación y es necesario destituirlo», declaró Le Pen, confirmando que su partido respaldará tanto su propia moción como la presentada por la coalición de izquierda.
Salvo un giro inesperado, la débil coalición de Barnier podría convertirse en el primer gobierno francés derrocado por una moción de censura desde 1962.
UN VACÍO EN EL CORAZÓN DE EUROPA
Un eventual colapso del gobierno francés dejaría a Europa debilitada, especialmente con Alemania en periodo electoral y a pocas semanas del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
La votación, prevista para el miércoles, parece tener garantizados los votos necesarios para destituir a Barnier, lo que pone en jaque la estabilidad política del país.
La crisis se agravó después de que Barnier intentara aprobar una ley de seguridad social sin someterla a votación parlamentaria, una medida que los partidos opositores calificaron como un ataque a la democracia.
Mathilde Panot, líder del partido France Unbowed, señaló: «Vivimos un caos político provocado por Michel Barnier y Emmanuel Macron».
MERCADOS EN TURBULENCIA
Los bonos franceses sufrieron una ampliación en su diferencial con los alemanes, mientras el euro continuó su descenso, acumulando una caída del 10 % desde las elecciones anticipadas de junio.
Barnier instó a los legisladores a rechazar la moción de censura, argumentando que priorizar los intereses individuales sobre el futuro del país sería imperdonable.
Sin embargo, su relación con el RN, vital para la supervivencia del gobierno, se fracturó tras el rechazo del presupuesto, que proponía recortes por 60.000 millones de euros.
Fuentes cercanas a Barnier aseguraron que se hicieron concesiones importantes a Le Pen, mientras que su entorno responsabilizó al gobierno por la falta de acuerdos.
Si la moción prospera, Barnier deberá renunciar, aunque Macron podría mantenerlo en funciones interinas hasta nombrar un nuevo primer ministro, lo que podría extenderse hasta 2025.
Entre las opciones, Macron podría formar un gobierno tecnócrata o recurrir a poderes constitucionales para aprobar el presupuesto, aunque estas medidas generarían indignación en la oposición y nuevos desafíos legales.
La incertidumbre política y económica continuará dominando el panorama francés, mientras Europa observa con preocupación las consecuencias de esta crisis gubernamental.
Notre Constitution est claire : lorsqu’il qu’il existe une crise politique grave, le Président de la République a trois possibilités : le remaniement, la dissolution et sa démission.
Tout cela relève de la décision et de la responsabilité du Président de la République. pic.twitter.com/bxEKZZv24f
— Marine Le Pen (@MLP_officiel) December 2, 2024
